1/05/2019, 16:57
Fingió estar asustado con la primera visión de los sujetos, encogiéndose un poco y sobresaltándose, aunque en lo más profundo de su ser se moría de la risa. "¡HAHAHAHAHA! Pero que se ven fatal con esas ropas de sectarios, ay por Ame no Kami, que mal se ven." Y sin embargo, internamente no estaba muy complacido con el hecho de que los sujetos no intentasen perseguirle de primera mano, sino que le estaban dando la oportunidad de huir.
—¿¡D-de qué!? ¿A-a qué se refieren?— Tartamudeó mientras retrocedía dos pasos. "Oh lobo, magnífica actuación. Quién sabe, luego de que seas una estrella musical también podrías intentar adentrarte al mundo del cine. Una o dos películas quizá, pero no te distraigas de lo importante." Creyó encontrar la solución para que se interesasen en él. "Piensa como personaje secundario, o sea, no pienses. El secundario siempre la caga al hablar de más o meterse donde no lo llaman aunque le digan lo contrario y luego lo matan por estúpido." Sin la parte de morir por estúpido, obviamente.
—De-deben ser, la-ladrones. ¡Ladrones de tumbas!— alzó el dedo y les señaló, aunque con el brazo tembloroso. —¡No van a salirse con la suya!— les dio la espalda, cómo si estuviese a punto de echar a correr. —¡Le informaré a las autoridades de lo que hacen aquí!— ladeó la cabeza, viéndoles de reojo.
"Alguien listo no querría más curiosos por aquí, ¿ellos serán listos?" Esperaba que mordieran el anzuelo.
—¿¡D-de qué!? ¿A-a qué se refieren?— Tartamudeó mientras retrocedía dos pasos. "Oh lobo, magnífica actuación. Quién sabe, luego de que seas una estrella musical también podrías intentar adentrarte al mundo del cine. Una o dos películas quizá, pero no te distraigas de lo importante." Creyó encontrar la solución para que se interesasen en él. "Piensa como personaje secundario, o sea, no pienses. El secundario siempre la caga al hablar de más o meterse donde no lo llaman aunque le digan lo contrario y luego lo matan por estúpido." Sin la parte de morir por estúpido, obviamente.
—De-deben ser, la-ladrones. ¡Ladrones de tumbas!— alzó el dedo y les señaló, aunque con el brazo tembloroso. —¡No van a salirse con la suya!— les dio la espalda, cómo si estuviese a punto de echar a correr. —¡Le informaré a las autoridades de lo que hacen aquí!— ladeó la cabeza, viéndoles de reojo.
"Alguien listo no querría más curiosos por aquí, ¿ellos serán listos?" Esperaba que mordieran el anzuelo.