1/05/2019, 23:10
Su compañero trató de recuperar la respiración en lo que mantenían la posición sobre ese tejado. Estaba algo fatigado, y no escondió su alivio al ver que paraban. El chico lo había pasado mal para mantener ese ritmo, pero al menos ahora podría tomarse un respiro. Uno realmente leve, puesto que él mismo se propuso voluntario para entrar al edificio. Según sus propias palabras, era idóneo que Etsu aguardase fuera, ya que si venían los otros maleantes el podría olerlos a leguas, y podría retenerlos en lo que él trataba de hacer un trato con el otro. La verdad es que razón no le faltaba al chico.
—Está bien, pero ve con cuidado... si espera que le encuentren ahí, seguro que está preparado para huir o enfrentarlos. No sabemos cómo puede reaccionar, así que intenta ser suave...
Etsu tomó el flanco posición un poco mas adelantado, justo en la esquina frontal izquierda del tejado en que estaban. Desde ahí tendría mejor visión, y podría detectar olores aún mejor, dado que el viento venía justo desde la retaguardia y el oeste. Ahora era el turno de Geki, era su oportunidad para intentar solventar el problema con los ladrones de manera efectiva, por medio de ese buscado trato con el ex-maleante.
Para cuando el chico abriese la puerta, no podría ver mas que una silueta al fondo. Había un pasillo bastante largo, y un brillo metálico en el centro de la silueta. De pronto, un virote se hincaría a escasos centímetros de su rostro, podría sentir hasta la brisa que el susodicho produjo. Hincó en la pared con una fuerza que casi hizo tambalearse el edificio, bueno... tampoco tanto, pero si que fue impactante.
—¡Os mataré, idiotas! ¡no voy a dejar que me matéis! —sentenció el pelirrojo.
Pero poco tiempo le costó el darse cuenta de que no era uno de sus antiguos compañeros quien había abierto la puerta. El tipo se puso de pie, cargando un nuevo virote en su ballesta. Poco a poco avanzó, apenas un par de metros, desvelándose de la penumbra que en un principio le ocultaba.
—U-un momento... tu no eres... tu... —confuso, se acercó un par de pasos mas —¿Quien diablos eres tú?
—Está bien, pero ve con cuidado... si espera que le encuentren ahí, seguro que está preparado para huir o enfrentarlos. No sabemos cómo puede reaccionar, así que intenta ser suave...
Etsu tomó el flanco posición un poco mas adelantado, justo en la esquina frontal izquierda del tejado en que estaban. Desde ahí tendría mejor visión, y podría detectar olores aún mejor, dado que el viento venía justo desde la retaguardia y el oeste. Ahora era el turno de Geki, era su oportunidad para intentar solventar el problema con los ladrones de manera efectiva, por medio de ese buscado trato con el ex-maleante.
Para cuando el chico abriese la puerta, no podría ver mas que una silueta al fondo. Había un pasillo bastante largo, y un brillo metálico en el centro de la silueta. De pronto, un virote se hincaría a escasos centímetros de su rostro, podría sentir hasta la brisa que el susodicho produjo. Hincó en la pared con una fuerza que casi hizo tambalearse el edificio, bueno... tampoco tanto, pero si que fue impactante.
—¡Os mataré, idiotas! ¡no voy a dejar que me matéis! —sentenció el pelirrojo.
Pero poco tiempo le costó el darse cuenta de que no era uno de sus antiguos compañeros quien había abierto la puerta. El tipo se puso de pie, cargando un nuevo virote en su ballesta. Poco a poco avanzó, apenas un par de metros, desvelándose de la penumbra que en un principio le ocultaba.
—U-un momento... tu no eres... tu... —confuso, se acercó un par de pasos mas —¿Quien diablos eres tú?
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~