2/05/2019, 16:35
Al rubio no le costó evadir el primer ataque de Ranko. En retrospectiva, la chica vería después que, aunque su fuerza era notable, su velocidad dejaba mucho que desear. Lo había visto con Etsu y con Rōga, y lo vería ese día con Yota. Sin embargo, fue en el segundo ataque donde la chica recibiría una probadita del poder del chico.
Su patada no conectó con el pecho de su contrincante, sino contra algo sumamente duro. Su rostro se tornó sorprendido al notar que había sido el cabello de Yota el que había, no solo detenido su ataque, sino rechazado el impacto. Al retroceder por el choque, Ranko notó un fuerte ardor en la pierna.
”Me… ¡Me hizo daño! ¡Con su cabello! ¡Es increíble! ¿Cómo?”
—G-gracias, Sasagani-san. Su técnica también lo es. ¡Se… Sería gracioso que ambos pudiésemos hacerlo! —Sonrió tras una breve risita, pues ella también estaba peinada con una trenza, una más esponjada y algo más larga que la del rubio.
”Aunque creo que su cabello-de-acero no jutsu también lo hizo crecer, pero no estoy segura…”
Adoptó de nuevo su postura e intentó pensar lo más rápido posible en cómo sortear la amenaza de los cabellos rubios. No tenía jutsus vistosos o útiles a larga distancia. Y usar Doton sobre una plataforma que pende de un risco no le parecía la mejor de las ideas. Lo único que podía hace era golpear tan fuerte como solo ella podía. Se acercaría de nuevo, tan rápido como sus decentemente musculosas piernas le permitieran. Daría pasos largos y firmes para hacer retroceder al chico, y le intentaría golpear con un codazo derecho. Sus brazos no eran tan fuertes, por lo que el codazo estaría seguido de un rápido rodillazo con la izquierda. Si el segundo movimiento conectaba, intentaría además asestar una patada frontal con la derecha, aprovechando la cadena de ataques. Si el rodillazo no golpeaba, intentaría levantar su guardia y prepararse para cualquier represalia.
Hacía falta mucho por ver de Yota, como su velocidad o su potencia física. Y Ranko quería asegurarse de que él sacara todo.
Su patada no conectó con el pecho de su contrincante, sino contra algo sumamente duro. Su rostro se tornó sorprendido al notar que había sido el cabello de Yota el que había, no solo detenido su ataque, sino rechazado el impacto. Al retroceder por el choque, Ranko notó un fuerte ardor en la pierna.
”Me… ¡Me hizo daño! ¡Con su cabello! ¡Es increíble! ¿Cómo?”
—G-gracias, Sasagani-san. Su técnica también lo es. ¡Se… Sería gracioso que ambos pudiésemos hacerlo! —Sonrió tras una breve risita, pues ella también estaba peinada con una trenza, una más esponjada y algo más larga que la del rubio.
”Aunque creo que su cabello-de-acero no jutsu también lo hizo crecer, pero no estoy segura…”
Adoptó de nuevo su postura e intentó pensar lo más rápido posible en cómo sortear la amenaza de los cabellos rubios. No tenía jutsus vistosos o útiles a larga distancia. Y usar Doton sobre una plataforma que pende de un risco no le parecía la mejor de las ideas. Lo único que podía hace era golpear tan fuerte como solo ella podía. Se acercaría de nuevo, tan rápido como sus decentemente musculosas piernas le permitieran. Daría pasos largos y firmes para hacer retroceder al chico, y le intentaría golpear con un codazo derecho. Sus brazos no eran tan fuertes, por lo que el codazo estaría seguido de un rápido rodillazo con la izquierda. Si el segundo movimiento conectaba, intentaría además asestar una patada frontal con la derecha, aprovechando la cadena de ataques. Si el rodillazo no golpeaba, intentaría levantar su guardia y prepararse para cualquier represalia.
Hacía falta mucho por ver de Yota, como su velocidad o su potencia física. Y Ranko quería asegurarse de que él sacara todo.
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