4/05/2019, 20:19
La exagerada reacción de Mei causó que Ranko se apenara mucho más. Después de que la camarera se quejara de los turistas y trajera un segundo encargo de tés helados a la mesa, la chica de la trenza se quedó quieta, mirando su udon por un largo rato. Inclusive cuando Mei sacó de entre sus cosas tres trípticos y le mostró cuáles eran las termas más vacías (y al parecer más caras), Ranko no pudo dejar de pensar en lo que había ocasionado.
Ahora tenía los ojos de los otros comensales encima. No actuó como antes, y lo único notable en ella era el carmesí de su rostro. Comenzó a sentirse pésima por ello. Un minuto entero después, tomó el folleto de Owatatsumi y empezó a leerlo lentamente.
—G-gracias.
El lugar se veía en realidad maravilloso, algo costoso, sí, pero podría apostar que pasaría un buen rato con su hermana. Y Mei, al parecer. Ranko dio un trago a su té y comió un poco de su udon.
—S-s-sí se ve bastante… bonito —Respiró profundamente, intentando relajarse y ralentizar los latidos de su avergonzado corazón —. S-siento reaccionar a… así. P-pero po… podríamos i-ir al terminar d-d-de comer. S-si Mei-san e-está… si está de a-acuerdo…
”Claro, tendríamos que buscar primero a Kuu-chan. Y cuanto más rápido nos vayamos de este lugar y deje de hacer el ridículo aquí, mejor. ¿Por qué tuve que entrar en este lugar tan abarrotado? Ahora no sé realmente qué pensar sobre Mei-san… Aunque me da más buena espina que mala…”
Ranko se dedicó entonces a saborear su tempura udon tanto como podía, intentando ahogar la pena que sentía con el sabor de aquel platillo. Era realmente delicioso, y no tardó en hacerla recuperar un color más normal, morenito como siempre.
—Gracias por… por pedir o-otro té, Mei-san. —No sabía cómo pagar la amabilidad de la chica, aunque pensó que podría pagarla, pues, pagando.
Ahora tenía los ojos de los otros comensales encima. No actuó como antes, y lo único notable en ella era el carmesí de su rostro. Comenzó a sentirse pésima por ello. Un minuto entero después, tomó el folleto de Owatatsumi y empezó a leerlo lentamente.
—G-gracias.
El lugar se veía en realidad maravilloso, algo costoso, sí, pero podría apostar que pasaría un buen rato con su hermana. Y Mei, al parecer. Ranko dio un trago a su té y comió un poco de su udon.
—S-s-sí se ve bastante… bonito —Respiró profundamente, intentando relajarse y ralentizar los latidos de su avergonzado corazón —. S-siento reaccionar a… así. P-pero po… podríamos i-ir al terminar d-d-de comer. S-si Mei-san e-está… si está de a-acuerdo…
”Claro, tendríamos que buscar primero a Kuu-chan. Y cuanto más rápido nos vayamos de este lugar y deje de hacer el ridículo aquí, mejor. ¿Por qué tuve que entrar en este lugar tan abarrotado? Ahora no sé realmente qué pensar sobre Mei-san… Aunque me da más buena espina que mala…”
Ranko se dedicó entonces a saborear su tempura udon tanto como podía, intentando ahogar la pena que sentía con el sabor de aquel platillo. Era realmente delicioso, y no tardó en hacerla recuperar un color más normal, morenito como siempre.
—Gracias por… por pedir o-otro té, Mei-san. —No sabía cómo pagar la amabilidad de la chica, aunque pensó que podría pagarla, pues, pagando.
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