5/05/2019, 21:04
(Última modificación: 5/05/2019, 21:06 por Uchiha Akame. Editado 1 vez en total.)
El ex jōnin contuvo un suspiro aliviado cuando Rōga simplemente asintió con jovial indiferencia; «al menos no se ha ofendido, habría sido una auténtica lata tener que lidiar con un conflicto interno de esta alianza provisional antes de ponernos manos a la obra para sacar a Okawa de aquí», se dijo Akame, aliviado. Luego de las últimas palabras del amejin, el Uchiha simplemente se limitó a sonreír a medias.
—La confianza es un lujo que algunos no nos podemos permitir —replicó, encogiéndose de hombros.
Cuando volvieron al camino, la situación parecía estar controlada y los aldeanos estaban fuera de peligro. «Rōga-san hizo un buen trabajo conteniendo ese fuego.» El ninja y el ex ninja se acercaron a los lugareños, que todavía trataban de sofocar parte de las llamas; entonces uno de ellos se les acercó, y Akame no pudo evitar observar que iba bien vestido, como cabía esperar para participar en un rito tan importante. Al ser interpelado, el Uchiha se limitó a ajustarse el kasa y mirar al aldeano por debajo del mismo con sus ojos oscuros donde ya no relucía el Sharingan.
—En efecto, lo somos —respondió, sincero—. Y no hay de qué. Un fuego en este lugar tan hermoso podría hacer mucho daño —agregó—. Si por "Kiyoshi" se refiere al pequeño pirómano, sí, huyó. Se introdujo en el bosque y nos dio esquinazo entre los bambúes, parece que conoce bien la zona.
Akame sabía que era pésimo mintiendo, por ello aplicaba un truco aprendido del mayor maestro Mentiroso de Oonindo; Datsue, su antiguo Hermano. Un poco de verdad en cada embuste lo hacía todo algo más creíble.
—¿Pueden sofocar ese fuego? De ser así, nosotros marcharemos al pueblo. Estamos cansados del viaje, y necesitamos descansar y comer.
—La confianza es un lujo que algunos no nos podemos permitir —replicó, encogiéndose de hombros.
Cuando volvieron al camino, la situación parecía estar controlada y los aldeanos estaban fuera de peligro. «Rōga-san hizo un buen trabajo conteniendo ese fuego.» El ninja y el ex ninja se acercaron a los lugareños, que todavía trataban de sofocar parte de las llamas; entonces uno de ellos se les acercó, y Akame no pudo evitar observar que iba bien vestido, como cabía esperar para participar en un rito tan importante. Al ser interpelado, el Uchiha se limitó a ajustarse el kasa y mirar al aldeano por debajo del mismo con sus ojos oscuros donde ya no relucía el Sharingan.
—En efecto, lo somos —respondió, sincero—. Y no hay de qué. Un fuego en este lugar tan hermoso podría hacer mucho daño —agregó—. Si por "Kiyoshi" se refiere al pequeño pirómano, sí, huyó. Se introdujo en el bosque y nos dio esquinazo entre los bambúes, parece que conoce bien la zona.
Akame sabía que era pésimo mintiendo, por ello aplicaba un truco aprendido del mayor maestro Mentiroso de Oonindo; Datsue, su antiguo Hermano. Un poco de verdad en cada embuste lo hacía todo algo más creíble.
—¿Pueden sofocar ese fuego? De ser así, nosotros marcharemos al pueblo. Estamos cansados del viaje, y necesitamos descansar y comer.