3/11/2015, 20:43
La respuesta pareció sorprender a la enmascarada, pues sus ojos se habían abierto de par en par. Cada vez tenía más claro que no era nada común tener marcas en el continente y al parecer, también levantaba envidias o al menos lo hacía en aquella chica que casi le pega un cabezazo a la Hyuga tratando de apreciar mejor las rayas negras del rostro de la peliblanca.
—Bonita máscara— trató de devolver el cumplido, pero como no veía otra cosa que no fuese aquella máscara tuvo que ir a lo obvio.
Durante unos instantes tuvo la máscara de aquella chica a apenas un palmo de su rostro, pudo notar entonces que debía de estar hecha de algún material muy similar al hueso pues prefería pensar que eso no era lo que a primera impresión le pareció. Sin embargo, lo última impresión que se llevaría de la portadora es de ser tétrica, de hecho era exageradamente animosa y por su forma de comerse el pescado, bastante poco formal.
La chica procedió a presentarse, de repente y sin ningún sentido o ritual. Así, a saco. La peliblanca sonrió antes de hacer una suave reverencia respondiendo con un —Encantada— antes de revelar su nombre —Mi nombre es Hyuga Mitsuki— volvió a reverenciar a su interlocutora, a pesar de que el registro de la conversación era bastante distendido pero las maneras aprendidas desde la niñez son bastante difíciles de modificar
—Veo que eres de Takigakure ¿verdad?— observó la joven —Si mal no recuerdo ese es vuestro símbolo, si no es así disculpame— sonrió cálidamente — pero hasta que llegué al continente y me crucé con una kunoichi procedente de tu villa, ignoraba la existencia de vuestra villa— se sinceró la joven, que a pesar de lo dicho estaba segura de que esa era la villa. No tenía tan mala memoria
—Bonita máscara— trató de devolver el cumplido, pero como no veía otra cosa que no fuese aquella máscara tuvo que ir a lo obvio.
Durante unos instantes tuvo la máscara de aquella chica a apenas un palmo de su rostro, pudo notar entonces que debía de estar hecha de algún material muy similar al hueso pues prefería pensar que eso no era lo que a primera impresión le pareció. Sin embargo, lo última impresión que se llevaría de la portadora es de ser tétrica, de hecho era exageradamente animosa y por su forma de comerse el pescado, bastante poco formal.
La chica procedió a presentarse, de repente y sin ningún sentido o ritual. Así, a saco. La peliblanca sonrió antes de hacer una suave reverencia respondiendo con un —Encantada— antes de revelar su nombre —Mi nombre es Hyuga Mitsuki— volvió a reverenciar a su interlocutora, a pesar de que el registro de la conversación era bastante distendido pero las maneras aprendidas desde la niñez son bastante difíciles de modificar
—Veo que eres de Takigakure ¿verdad?— observó la joven —Si mal no recuerdo ese es vuestro símbolo, si no es así disculpame— sonrió cálidamente — pero hasta que llegué al continente y me crucé con una kunoichi procedente de tu villa, ignoraba la existencia de vuestra villa— se sinceró la joven, que a pesar de lo dicho estaba segura de que esa era la villa. No tenía tan mala memoria