14/05/2019, 15:48
Por suerte para Akame, Rōga captó rápidamente la idea y decidió ceñirse al plan. Con aquella actitud brava pero carismática que le caracterizaba, el joven King aprovechó la asistencia para anotar el tanto ganador, y conseguir que Ayura les abriese la puerta de su casa. Cuando les indicó a pasar, Akame fumó una pitada de su cigarrillo y echó el humo por la nariz. Luego entró. «Espero que este viejo no sea tan amargado como la maldita niña del hostal», se dijo. Que le hicieran apagarse dos cigarros en un lapso de tiempo tan corto podría desembocar en la ira del mismísimo Susano'o cayendo sobre Murasame, fuego y sangre lloviendo por doquier para aniquilar a aquellos pobres aldeanos.
Bromas aparte, el renegado siguió las indicaciones del sastre para sentarse en el banco de bambú mientras fumaba y observaba a su alrededor. «Hmpf, así que este tipo hace negocio proveyendo a las chamanas de su indumentaria. Bueno, no puedo culparle. Por lo que parece, deben ser unas clientes muy fieles y duraderas.»
El Uchiha se cruzó de brazos y clavó su mirada en el anciano, con el cigarrillo entre los labios. Luego vió a Rōga, esperando que éste continuase con el teatrillo; él no era el mejor del mundo para semejantes representaciones y de seguro sonaría poco convincente.
Bromas aparte, el renegado siguió las indicaciones del sastre para sentarse en el banco de bambú mientras fumaba y observaba a su alrededor. «Hmpf, así que este tipo hace negocio proveyendo a las chamanas de su indumentaria. Bueno, no puedo culparle. Por lo que parece, deben ser unas clientes muy fieles y duraderas.»
El Uchiha se cruzó de brazos y clavó su mirada en el anciano, con el cigarrillo entre los labios. Luego vió a Rōga, esperando que éste continuase con el teatrillo; él no era el mejor del mundo para semejantes representaciones y de seguro sonaría poco convincente.