14/05/2019, 21:05
(Última modificación: 14/05/2019, 21:14 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
No muy lejos de ahí, en una cabaña en algún lugar del bosque...
—¡ACHU!— Estornudó una mujer rubia de pelo corto, botines negros, pantalón corto y un revelador top cubierto únicamente con un chaleco. —¡Ay no! ¡Se me corrió el delineador!— Se vió preocupada al espejo.
—Ay Onee-sama, debe ser otro de tus pretendientes acordándose de ti— Canturreaba una chica de cabellos negros que le llegaban hasta el hombro mientras se pintaba de negro las uñas. —Quizás sea el tipo de Murasame, el que se peina cómo si llevase peluquín barato. Realmente están escasos de hombres guapos ahí.
—Pobre la niña, mejor que la saquemos de ahí cuanto antes y se la llevemos al jefe. Y esta vez de forma limpia, que luego odio lo que cuesta quitar las manchas de sangre de la ropa— Dijo una que lucía idéntica a la de pelo negro, salvo que ella era castaña en su totalidad. —Sé que a Hakaze-sama le gustan los Kekkei Genkai exóticos, ¿pero servirá estando ciega?
La de pelo corto pegó un taconazo al piso, molesta.
—Creo que a Hakaze-sama le da igual media vez esté bonita.
—Cualquiera diría que estás celosa— acalló en cuanto recibió la mirada asesina de la rubia. —¡Ay! ¡Quiero decir! ¡No tienes nada que envidiarle a una malnutrida!
—¡JAJA! Otra damita para la colección.
De vuelta a Murasame...
"Ayunos, meditación, esas mierdas no sirven para nada..." Se compadeció de la muchacha.
—Creo que sé a lo que te refieres— Contestó calmo. ¿Para qué alarmarse? Media vez no fuera el quién ejecutara la parte sucia, podía permitírselo. —De hecho... Ven conmigo— Se dio la vuelta, buscando un solitario callejón en las de por sí solitarias calles de Murasame.
Llegaron a un punto, donde ni siquiera habían pasado alguien en años, siendo la parte trasera de una casa en el abandono.
—Si quieres empiezo a difundir rumores falsos sobre la posible localización de Ōkawa, ya que quien sea que la busque seguramente recurrirá a los aldeanos para preguntar por su posible paradero luego de la intervención de Kiyoshi. Respecto a la Ōkawa que vayan a encontrar...— Hizo una simple cadena de sellos que cualquier infante de la academia conocía, envolviéndose en una nubecilla de humo de la cuál luego apareció una réplica exacta de la itako. —Creo que puedo delegarte a ti la responsabilidad de ejecutar el resto del plan— Se paró recto y habló con las manos dispuestas al frente, imitando el manerismo de la chica.
Había que decirlo, que lejos de los sutiles despistes que podrían esperarse de un genin que utiliza el Henge no Jutsu, la transformación del Yotsuki era perfecta y sin fallos, demostrando un nivel mucho que muy avanzado de ninjutsu del que podría esperarse para su edad. Luego de otra explosión de humo, lobo volvió a la normalidad.
—No sería la primera vez que hago de carnada— Sonrió confiado y se cruzó de brazos en su típico gesto arrogante.