5/11/2015, 06:13
—Uchiha Datsue —
Los ojos de la kunoichi se abrieron completamente en una mueca de sorpresa. Nunca se imaginó que estaría cara a cara con un Uchiha y que para rematar uno esté interesado en ella era algo que ni en sueños se pudo haber imaginado. Pero volvemos al problema de la edad. ~ ¿¡Por qué no naciste antes!? ~ Se quejaba en su propia cabeza la chica que no paraba de maldecir al universo entero por lo que le estaban haciendo.
Sabía bien que no había sido la mejor persona pero de ahí a que le pongan algo así como el sueño de su vida pero con semejante diferencia de edades delante suyo era demasiado. ~ Odio mi vida... ~ Era el pensamiento del momento de Noemi, pero él no tenía por qué enterarse, aún podía llegar a esperar unos años... Siempre y cuando él no termine interesado en otra y siempre y cuando ella mantuviese como corresponde aquellas cosas que le habían cautivado el ojo.
La cara de la chica se había quedado paralizada por un buen lapso de tiempo, pero la respuesta del chico logró devolverla a la realidad. Tras parpadear unas cuantas veces en un segundo volvió la mirada al chico cuyos ojos no se parecían a la famosa descripción del Sharingan, pero tenía entendido que era algo que podían utilizar a antojo y semejanza.
—¡Claro! —exclamó Datsue, disimulando a duras penas su júbilo—. Podríamos ir al parque de aquí al lado —sugirió—, o quizá prefieras algún otro sitio…
Él no tenía por qué enterarse del sufrimiento por el que ella estaba pasando en este mismo instante, por lo que no tardó en recuperar esa sonrisa suya aunque un tanto diferente de antes, ahora un tanto nerviosa. - El parque podría ser... Pero si quieres podemos ir a otro lugar. - Respondió la chica en un intento por ocultar su sufrimiento auto infundido a causa de un sin fin de ideas dándole vueltas por la cabeza.
Era cuestión de tiempo a que todas las ideas terminasen desencadenando una jaqueca y por ello seguramente no podría disfrutar del masaje que se había conseguido. Pero volvemos a lo mismo, no tiene por qué enterarse, pero ella si que tenía que comenzar a despejar dudas si pretendía ocultarlo.
- Dime Datsue... ¿Cuántos años tienes...? - Preguntó la chica mientras miraba en la dirección previamente indicada, por estas horas era que el parque era menos concurrido por lo que podrían gozar de cierta privacidad, aunque siendo realistas algo como un masaje en la espalda no tenía por que hacerse en un lugar completamente privado. ~ Pero por favor... Que tenga más años de los que aparenta... ~ Decía una y otra vez Noemi casi que llorando pese a que su rostro mostrase cierta alegría.
Los ojos de la kunoichi se abrieron completamente en una mueca de sorpresa. Nunca se imaginó que estaría cara a cara con un Uchiha y que para rematar uno esté interesado en ella era algo que ni en sueños se pudo haber imaginado. Pero volvemos al problema de la edad. ~ ¿¡Por qué no naciste antes!? ~ Se quejaba en su propia cabeza la chica que no paraba de maldecir al universo entero por lo que le estaban haciendo.
Sabía bien que no había sido la mejor persona pero de ahí a que le pongan algo así como el sueño de su vida pero con semejante diferencia de edades delante suyo era demasiado. ~ Odio mi vida... ~ Era el pensamiento del momento de Noemi, pero él no tenía por qué enterarse, aún podía llegar a esperar unos años... Siempre y cuando él no termine interesado en otra y siempre y cuando ella mantuviese como corresponde aquellas cosas que le habían cautivado el ojo.
La cara de la chica se había quedado paralizada por un buen lapso de tiempo, pero la respuesta del chico logró devolverla a la realidad. Tras parpadear unas cuantas veces en un segundo volvió la mirada al chico cuyos ojos no se parecían a la famosa descripción del Sharingan, pero tenía entendido que era algo que podían utilizar a antojo y semejanza.
—¡Claro! —exclamó Datsue, disimulando a duras penas su júbilo—. Podríamos ir al parque de aquí al lado —sugirió—, o quizá prefieras algún otro sitio…
Él no tenía por qué enterarse del sufrimiento por el que ella estaba pasando en este mismo instante, por lo que no tardó en recuperar esa sonrisa suya aunque un tanto diferente de antes, ahora un tanto nerviosa. - El parque podría ser... Pero si quieres podemos ir a otro lugar. - Respondió la chica en un intento por ocultar su sufrimiento auto infundido a causa de un sin fin de ideas dándole vueltas por la cabeza.
Era cuestión de tiempo a que todas las ideas terminasen desencadenando una jaqueca y por ello seguramente no podría disfrutar del masaje que se había conseguido. Pero volvemos a lo mismo, no tiene por qué enterarse, pero ella si que tenía que comenzar a despejar dudas si pretendía ocultarlo.
- Dime Datsue... ¿Cuántos años tienes...? - Preguntó la chica mientras miraba en la dirección previamente indicada, por estas horas era que el parque era menos concurrido por lo que podrían gozar de cierta privacidad, aunque siendo realistas algo como un masaje en la espalda no tenía por que hacerse en un lugar completamente privado. ~ Pero por favor... Que tenga más años de los que aparenta... ~ Decía una y otra vez Noemi casi que llorando pese a que su rostro mostrase cierta alegría.