20/05/2019, 11:25
Como hiciera un buen rato antes su Kage Bunshin, Akame entró en la gruta sin previo aviso, probablemente sorprendiendo a los jóvenes. Llevaba en las manos todas las provisiones que había podido conseguir, las cuales dejó sobre el suelo de la cueva nada más ingresar en la misma. Miró alternativamente a Okawa y a Kiyoshi, tratando de valorar su reacción —¿seguiría el mendigo tan receloso?— sin poder evitar pensar en las palabras del muchacho. «Es lógico que esté preocupado, después de acostumbrarse a vivir en la Naturaleza, la civilización puede resultar aterradora y compleja. Pero, si amas a esta muchacha, no te queda otra que seguirla allá a donde vaya, niño.»
—¡Bueno! Aquí os traigo algunas provisiones... Son también para el camino, así que no os las vayáis a comer todas ahora —avisó el Uchiha—. Rōga-san se está ocupando del asunto de tu ropa —agregó luego, dirigiéndose a Okawa—, Si todo va según lo previsto, deberíais tener todo lo necesario para ir a la noche. Será más seguro así.
El exiliado tomó uno de los últimos cigarrillos de su viejo paquete de tabaco y se lo encendió con parsimonia, disfrutando del ritual que para él era eso de fumar. Mientras daba pitadas, observaba a los muchachos con gesto analítico; «¿realmente sobrevivirán por sí mismos ahí fuera?», se preguntaba. «Sí, desde luego», respondióse a sí mismo un momento después. «Son jóvenes y tienen motivos para vivir. Lo conseguirán.»
—¿Has pensado en lo que te dije, Okawa? —preguntó Akame—. Yugakure no Sato es un lugar muy turístico, alejado de la influencia de los grandes países. Allí podríais encontrar trabajo fácilmente, no me cabe duda. Para llegar tendríais que cruzar todo Mori no Kuni, a través del Bosque de Hongos y los Arrozales, pero es la ruta más segura que se me ocurre.
—¡Bueno! Aquí os traigo algunas provisiones... Son también para el camino, así que no os las vayáis a comer todas ahora —avisó el Uchiha—. Rōga-san se está ocupando del asunto de tu ropa —agregó luego, dirigiéndose a Okawa—, Si todo va según lo previsto, deberíais tener todo lo necesario para ir a la noche. Será más seguro así.
El exiliado tomó uno de los últimos cigarrillos de su viejo paquete de tabaco y se lo encendió con parsimonia, disfrutando del ritual que para él era eso de fumar. Mientras daba pitadas, observaba a los muchachos con gesto analítico; «¿realmente sobrevivirán por sí mismos ahí fuera?», se preguntaba. «Sí, desde luego», respondióse a sí mismo un momento después. «Son jóvenes y tienen motivos para vivir. Lo conseguirán.»
—¿Has pensado en lo que te dije, Okawa? —preguntó Akame—. Yugakure no Sato es un lugar muy turístico, alejado de la influencia de los grandes países. Allí podríais encontrar trabajo fácilmente, no me cabe duda. Para llegar tendríais que cruzar todo Mori no Kuni, a través del Bosque de Hongos y los Arrozales, pero es la ruta más segura que se me ocurre.