20/05/2019, 14:56
Ambos salieron de la parada hacia el callejón que Samidare había señalado. La lluvia nunca ha sido un problema para él pero en aquel momento la tormenta aprieta intensamente y las gotas golpean contra su chubasquero con agresividad. La luz de los neones se proyecta en ellas de manera tenue, difuminada, y esto crea una ilusión de mayor iluminación a medida que avanzan. Lleva diez años en Amegakure y todavía no se ha acostumbra a la reflexión de los malditos neones. Eso le fastidia.
El prodigio lleva ahora la iniciativa y llegan al callejón. Galen deja la bolsa en el suelo, al lado del niño, y dirige su siniestra hacia el mentón, lo masajea con devoción mientras piensa en qué hacer. Por su parte, Samidare no pierde ni un segundo y una nube de humo invade la escena, cubriendo por completo su figura y revelando una nueva apariencia.
Sin prestar demasiada atención a la transformación de su ahora compañero, Galen mira hacia el cielo nublado. Varios truenos lo invaden con violencia y una gran nube oscura se divide en dos a medida que avanza sobre la aldea.
— Lo dicho, si consigues distraer un par de segundos a los matones tendré tiempo más que suficiente para colarme. Si no fuera capaz, creo que la segunda mejor opción sería someterlos... La niebla y el sonido de la lluvia podrían ser útiles en ese caso — continúa meditando y mirando al cielo.
El prodigio lleva ahora la iniciativa y llegan al callejón. Galen deja la bolsa en el suelo, al lado del niño, y dirige su siniestra hacia el mentón, lo masajea con devoción mientras piensa en qué hacer. Por su parte, Samidare no pierde ni un segundo y una nube de humo invade la escena, cubriendo por completo su figura y revelando una nueva apariencia.
Sin prestar demasiada atención a la transformación de su ahora compañero, Galen mira hacia el cielo nublado. Varios truenos lo invaden con violencia y una gran nube oscura se divide en dos a medida que avanza sobre la aldea.
— Lo dicho, si consigues distraer un par de segundos a los matones tendré tiempo más que suficiente para colarme. Si no fuera capaz, creo que la segunda mejor opción sería someterlos... La niebla y el sonido de la lluvia podrían ser útiles en ese caso — continúa meditando y mirando al cielo.