21/05/2019, 23:19
El de ojos dorados acercó un poco la cabeza y susurró, pese a que los dos ancianos que allí estaban en la otra esquina del comedor ni siquiera pudiesen oírse bien a ellos mismos.
—Sí, y tengo noticias— comentó. —En algún momento, regresé a la tiendecita para ver si mi plan de esparcir el rumor había funcionado, haciéndome la vaca al preguntar por información de los chicos mientras fingía no saber nada. Ella me dijo que varios de los habitantes fueron con la misma duda, pero que me topé con la sorpresa de que el sastre en la tarde fue a preguntar, cuando yo a esa hora fui a recoger el kimono— Sólo con aquel pequeño dato, daba por sentado que Akame entendía las implicaciones.
»También está, que algo me está pesando en el pecho con la niña esta de la cocina... No le gustó la bolita peluda.
Pese a que aquel segundo dato era irrelevante a primera vista, para el Yotsuki era muy determinante.
—Sí, y tengo noticias— comentó. —En algún momento, regresé a la tiendecita para ver si mi plan de esparcir el rumor había funcionado, haciéndome la vaca al preguntar por información de los chicos mientras fingía no saber nada. Ella me dijo que varios de los habitantes fueron con la misma duda, pero que me topé con la sorpresa de que el sastre en la tarde fue a preguntar, cuando yo a esa hora fui a recoger el kimono— Sólo con aquel pequeño dato, daba por sentado que Akame entendía las implicaciones.
»También está, que algo me está pesando en el pecho con la niña esta de la cocina... No le gustó la bolita peluda.
Pese a que aquel segundo dato era irrelevante a primera vista, para el Yotsuki era muy determinante.