7/11/2015, 02:29
(Última modificación: 7/11/2015, 02:29 por Uchiha Datsue.)
- Un poco más fuerte...
Sus deseos eran órdenes para él, y no tardó en acatarlas. Aumentó la presión que ejercía con los dedos y empezó a hacer movimientos circulares con ellos, esperando que le gustara.
“Ojalá pudiese inmortalizar este momento con una foto. ¡Sería la envidia de toda Takigakure!”
Entonces llegó la hora de las preguntas, tras la cual Noemi no tardó en responder a la suya:
- Soy... Una genin... Estuve mucho tiempo fuera por entrenamiento así que no he podido hacer los méritos para ascender a chuunin. - Sentenció la rubia que se había cruzado de brazos mientras intentaba disfrutar de los masajes del chico.
Datsue no pudo evitar sentirse ligeramente decepcionado. Una gennin a su edad… era tan chocante como si a él le pusieran una canguro para arroparlo por las noches.
“Aunque el rango no tiene porqué significar nada… Si ha estado entrenando como dice, seguramente sea mucho más fuerte de lo que parece. Quizá pueda ayudarme a conseguir una misión de rango C”.
Por un momento, se olvidó de que la chica le gustaba y empezó a pensar en cómo podría resultarle útil para conseguir su propósito y, así, pagar la desorbitada deuda que habían contraído sus padres. De tan abstraído que estaba, sus manos olvidaron por un momento que estaban realizando un masaje.
—Vaya, pero entonces debes de ser realmente fuerte, ¿no? Digo, con tanto entrenamiento… —apostilló—. Oye, pues quizá podría ayudarte. Con lo de hacer méritos para chunnin, digo —continuó, retomando el masaje al darse cuenta que había dejado de hacerlo, ejerciendo un poco más de presión que antes de forma inconsciente—. Estaba buscando a un equipo para solicitar una misión de rango C. Ya sabes, suele ser cosa de chunnins, pero con tu experiencia y encontrando a un tercero mínimamente capaz seguro que salimos bien parados, ¿no crees? —se aventuró a pronosticar Datsue.
"Y sería la excusa perfecta para volver a verte. Dos pájaros de un tiro" pensó Datsue, que ya se estaba haciendo ilusiones.
Sus deseos eran órdenes para él, y no tardó en acatarlas. Aumentó la presión que ejercía con los dedos y empezó a hacer movimientos circulares con ellos, esperando que le gustara.
“Ojalá pudiese inmortalizar este momento con una foto. ¡Sería la envidia de toda Takigakure!”
Entonces llegó la hora de las preguntas, tras la cual Noemi no tardó en responder a la suya:
- Soy... Una genin... Estuve mucho tiempo fuera por entrenamiento así que no he podido hacer los méritos para ascender a chuunin. - Sentenció la rubia que se había cruzado de brazos mientras intentaba disfrutar de los masajes del chico.
Datsue no pudo evitar sentirse ligeramente decepcionado. Una gennin a su edad… era tan chocante como si a él le pusieran una canguro para arroparlo por las noches.
“Aunque el rango no tiene porqué significar nada… Si ha estado entrenando como dice, seguramente sea mucho más fuerte de lo que parece. Quizá pueda ayudarme a conseguir una misión de rango C”.
Por un momento, se olvidó de que la chica le gustaba y empezó a pensar en cómo podría resultarle útil para conseguir su propósito y, así, pagar la desorbitada deuda que habían contraído sus padres. De tan abstraído que estaba, sus manos olvidaron por un momento que estaban realizando un masaje.
—Vaya, pero entonces debes de ser realmente fuerte, ¿no? Digo, con tanto entrenamiento… —apostilló—. Oye, pues quizá podría ayudarte. Con lo de hacer méritos para chunnin, digo —continuó, retomando el masaje al darse cuenta que había dejado de hacerlo, ejerciendo un poco más de presión que antes de forma inconsciente—. Estaba buscando a un equipo para solicitar una misión de rango C. Ya sabes, suele ser cosa de chunnins, pero con tu experiencia y encontrando a un tercero mínimamente capaz seguro que salimos bien parados, ¿no crees? —se aventuró a pronosticar Datsue.
"Y sería la excusa perfecta para volver a verte. Dos pájaros de un tiro" pensó Datsue, que ya se estaba haciendo ilusiones.