26/05/2019, 17:07
—¡Tsk! —chasqueó la lengua, indignado —ni siquiera ha entendido lo de las tumbas.
Aún tenía el arma apuntada hacia el chico, pero lo dejaría salir sin así bien lo pretendía. Quizás en el fondo no era tan malo, quizás en el fondo, bien en el fondo, era hasta una buena persona. Pero en fin, la situación seguramente no era la mejor para suponer algo así. Para cuando el chico abandonase la casa, el hombre volvería a su anterior posición, aguardando a sus antiguos compañeros, aguardando a ser una de las lápidas de las cuales hablaba.
La primera sería su hermano, la segunda sería el gordo, y como de seguro no terminase en buenas condiciones, él sería la tercera lápida. Un buen final, al menos a su ver. No sería un chivato, afrontaría los problemas como el hombre que era... así le costase la vida.
Etsu podría ver que Geki salió de la edificación sin el bandido a su vera, lo cuál significaba que las negociaciones no habían ido por buena senda. Pero ahora mismo había un problema más próximo, y el aroma así lo anunciaba sutilmente en el aire. Los ex-compañeros del tipo que había intentado de convencer Geki estaban por llegar, el tiempo se les acababa. No tenían por delante mucho mas que unos minutos antes de que esos maleantes llegasen hasta donde estaba el hombre escondido.
¿Se cumpliría la predicción del pelirrojo?
Aún tenía el arma apuntada hacia el chico, pero lo dejaría salir sin así bien lo pretendía. Quizás en el fondo no era tan malo, quizás en el fondo, bien en el fondo, era hasta una buena persona. Pero en fin, la situación seguramente no era la mejor para suponer algo así. Para cuando el chico abandonase la casa, el hombre volvería a su anterior posición, aguardando a sus antiguos compañeros, aguardando a ser una de las lápidas de las cuales hablaba.
La primera sería su hermano, la segunda sería el gordo, y como de seguro no terminase en buenas condiciones, él sería la tercera lápida. Un buen final, al menos a su ver. No sería un chivato, afrontaría los problemas como el hombre que era... así le costase la vida.
Etsu podría ver que Geki salió de la edificación sin el bandido a su vera, lo cuál significaba que las negociaciones no habían ido por buena senda. Pero ahora mismo había un problema más próximo, y el aroma así lo anunciaba sutilmente en el aire. Los ex-compañeros del tipo que había intentado de convencer Geki estaban por llegar, el tiempo se les acababa. No tenían por delante mucho mas que unos minutos antes de que esos maleantes llegasen hasta donde estaba el hombre escondido.
¿Se cumpliría la predicción del pelirrojo?
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~