27/05/2019, 18:37
Apenas saltó desde atràs del muro, Ranko notó que Yota no había desperdiciado el tiempo. Después de llamarla "realmente fuerte", había llevado a cabo un jutsu que la chica no había visto nunca. Un montón de Yotas oscuros surgían del suelo y de la pared del risco, todos con sendos kunai.
La Ranko que se había barrido atravesó a uno de los Yotas, desapareciendo cual fantasma. La Ranko de la patada voladora hizo lo mismo. La tercera Ranko cayó sobre uno de los clones, y esta vez lo atravesó con un cuerpo real. El clon se desfiguró, como si fuese un reflejo en el agua, y luego se dividió, surgiendo con esto un nuevo Yota sombrío.
"¿Pero qué…? ¿Qué jutsu es éste? ¿Es como el Kage Bunshin de madre? No, ése no hace que se multipliquen… Ni son tan lentos como éstos..."
Ahora, todos los Yotas siniestros iban hacia ella, con sus cuchillas en ristre. Ranko tomó un segundo para adoptar su postura y contestar.
—Y Yota-san es realmente hábil.
Comenzó a intentar defenderse. Apartó a un par de Yotas con sendas patadas, solo para que cuatro Yotas se preprasen para atacar. Giró, intentando evadir los kunai, pero sus oponentes eran poco más que fantasmas o sombras. No eran lo suficientemente sólidos como para golpearlos adecuadamente. Sintió un atisbo de pánico, pues creyó que se le echarían todos encima para derribarla.
"Un momento… ¡El verdadero Sasagani-san! ¿Dónde quedó? Tendré que alejarme de todos estos clones…"
Flexionó las piernas, como si se estuviese rindiendo ante el escuadrón de Yotas oscuros.
—Hitoshin.
Un instante después, Ranko salió disparada de su lugar, como munición de una catapulta. El suelo se agrietó violentamente, y pronto la kunoichi dejó atrás al Yoterío para verse sobre la pared del risco, algunos metros por encima de la plataforma. Se arrodilló sobre el muro, resollando e intentando descansar todo lo posible, mientras buscaba las ropas brillantes del chico entre la multitud de gente de negro. Su trenza caía hacia su derecha y se agitaba cada vez que resollaba. Este combate había resultado más intenso de lo que había pensado. Lo cual no era malo. Se preguntó si la plataforma aguantaría la fuerza de su Hitoshin.
"Porque mis piernas apenas y la aguantaron" pensó, sintiéndose cansada y adolorida.
Acción oculta: La Ranko real era la que intentaba hacer el Hakuto Gekkou.
La Ranko que se había barrido atravesó a uno de los Yotas, desapareciendo cual fantasma. La Ranko de la patada voladora hizo lo mismo. La tercera Ranko cayó sobre uno de los clones, y esta vez lo atravesó con un cuerpo real. El clon se desfiguró, como si fuese un reflejo en el agua, y luego se dividió, surgiendo con esto un nuevo Yota sombrío.
"¿Pero qué…? ¿Qué jutsu es éste? ¿Es como el Kage Bunshin de madre? No, ése no hace que se multipliquen… Ni son tan lentos como éstos..."
Ahora, todos los Yotas siniestros iban hacia ella, con sus cuchillas en ristre. Ranko tomó un segundo para adoptar su postura y contestar.
—Y Yota-san es realmente hábil.
Comenzó a intentar defenderse. Apartó a un par de Yotas con sendas patadas, solo para que cuatro Yotas se preprasen para atacar. Giró, intentando evadir los kunai, pero sus oponentes eran poco más que fantasmas o sombras. No eran lo suficientemente sólidos como para golpearlos adecuadamente. Sintió un atisbo de pánico, pues creyó que se le echarían todos encima para derribarla.
"Un momento… ¡El verdadero Sasagani-san! ¿Dónde quedó? Tendré que alejarme de todos estos clones…"
Flexionó las piernas, como si se estuviese rindiendo ante el escuadrón de Yotas oscuros.
—Hitoshin.
Un instante después, Ranko salió disparada de su lugar, como munición de una catapulta. El suelo se agrietó violentamente, y pronto la kunoichi dejó atrás al Yoterío para verse sobre la pared del risco, algunos metros por encima de la plataforma. Se arrodilló sobre el muro, resollando e intentando descansar todo lo posible, mientras buscaba las ropas brillantes del chico entre la multitud de gente de negro. Su trenza caía hacia su derecha y se agitaba cada vez que resollaba. Este combate había resultado más intenso de lo que había pensado. Lo cual no era malo. Se preguntó si la plataforma aguantaría la fuerza de su Hitoshin.
"Porque mis piernas apenas y la aguantaron" pensó, sintiéndose cansada y adolorida.
Acción oculta: La Ranko real era la que intentaba hacer el Hakuto Gekkou.
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