27/05/2019, 19:47
Ayame también replicó con una semblante de miedo. Osea, estaba tan asustada como lo podía estar yo. Si realmente un General nos tenía atrapados a su merced estábamos jodidos de verdad y todo dependería de mí para evitar que, una vez más, se revirtiera el sellado del Gobi en su interior.
—Lo... lo supo en cuanto me vio
Mis peores miedos se estaban haciendo realidad y ya había empezado a maldecir todos y cada uno de mis jodidos huesos.
No creo que me detecten a distancia o algo así...
No tenía una respuesta para las dudas o las conclusiones de la chica, pero ojalá lo supiera. De hecho, ojalá pudiese decirle que tenía razón y que eran mis paranoias. Pero no tenía la verdad sobre ese asunto, tan solo disponía de dudas. solté el cuerpo de la kunoichi de Amegakure y di un par de pasos hacia atrás con la mirada perdida.
¿D... de verdad piensas que podría haber un General aquí abajo?
Me senté en el suelo tratando de razonar, pero mi cabeza iba demasiado deprisa, como si estuviera en un sunshin no jutsu constante, la palma de mi mano se apoyó en mi frente, acariciando el frío acero de la placa de mi bandana.
— Joder... — dije tras una pausa en la que no había podido gesticular palabra o sonido alguno — No lo sé, ¿vale? pero todo esto me da muy mal rollo
Lancé un puñetazo al suelo en una mezcla de ansiedad y rabia.
— Pero en el momento que se forjó esta nueva Alianza prometimos manteneros con vida a vosotros, los jinchuriki. Incluso a costa de nuestras vidas, aunque eso significase que un shinobi de otra aldea muriese por el jinchuriki de otra de las aldeas. Así que eso es lo que haremos. Pase lo que pase, tu saldrás de esta rampa en la que hemos caído. Será mejor que reanudemos la marcha antes de que sea ese General o lo que sea que nos está vigilando empiece a mover ficha
Me levanté del suelo y volví a encarar el pasillo.
— Esta vez nada nos detendrá
—Lo... lo supo en cuanto me vio
Mis peores miedos se estaban haciendo realidad y ya había empezado a maldecir todos y cada uno de mis jodidos huesos.
No creo que me detecten a distancia o algo así...
No tenía una respuesta para las dudas o las conclusiones de la chica, pero ojalá lo supiera. De hecho, ojalá pudiese decirle que tenía razón y que eran mis paranoias. Pero no tenía la verdad sobre ese asunto, tan solo disponía de dudas. solté el cuerpo de la kunoichi de Amegakure y di un par de pasos hacia atrás con la mirada perdida.
¿D... de verdad piensas que podría haber un General aquí abajo?
Me senté en el suelo tratando de razonar, pero mi cabeza iba demasiado deprisa, como si estuviera en un sunshin no jutsu constante, la palma de mi mano se apoyó en mi frente, acariciando el frío acero de la placa de mi bandana.
— Joder... — dije tras una pausa en la que no había podido gesticular palabra o sonido alguno — No lo sé, ¿vale? pero todo esto me da muy mal rollo
Lancé un puñetazo al suelo en una mezcla de ansiedad y rabia.
— Pero en el momento que se forjó esta nueva Alianza prometimos manteneros con vida a vosotros, los jinchuriki. Incluso a costa de nuestras vidas, aunque eso significase que un shinobi de otra aldea muriese por el jinchuriki de otra de las aldeas. Así que eso es lo que haremos. Pase lo que pase, tu saldrás de esta rampa en la que hemos caído. Será mejor que reanudemos la marcha antes de que sea ese General o lo que sea que nos está vigilando empiece a mover ficha
Me levanté del suelo y volví a encarar el pasillo.
— Esta vez nada nos detendrá
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa