28/05/2019, 12:56
De nuevo le sorprende la facilidad de la kunoichi para utilizar los huesos en el combate. La dureza que demuestran es inusual y llama mucho la atención del marionetista, que tiene curiosidad por ver hasta donde abarca su técnica.
Al ver la sangre que brota de Shirōkami, el público clama a los participantes y una amplia parte de los oriundos de Amegakure alientan a la Kaguya para que fulmine al marionetista; entonces queda clara cual es la preferencia local. Por otra parte, los nobles mantienen la compostura y protegen su opinión con un volumen más adecuado para conversar.
Shirōkami decide lanzar un kunai a Galen y éste vuelva hacia él, que inmediatamente y gracias a la distancia, da un salto hacia atrás para esquivar el kunai. Se apoya de nuevo sobre el pilar de inicio; esta vez sobre el que su oponente ocupaba al principio del combate. El arma se clava en la plataforma mientras el titiritero sube hasta arriba del pilar. Cuando llega a la cima, recupera la posición defensiva que mantuvo al principio del encuentro.
Si algo caracteriza a Galen es su capacidad de reacción y su control sobre el entorno. Piensa que desde esa posición puede elevar a su marioneta y sorprender a su oponente por arriba. También tiene la convicción de que su adversario no le podrá dañar si no está a una distancia muy corta.
— ¡Siempre he admirado tu determinación, Shirōkami! — sabe que a pesar del daño causado en el último ataque, debe permanecer calmado y mantener la distancia — Pero los dos sabemos que puedes hacerlo mejor — intenta provocar a la kunoichi para que pierda los nervios. El comentario influye en el público, que alienta a la kunoichi con fervor.
Galen sigue moviendo la cabeza al ritmo del compás y la marioneta retrocede unos metros, dando un respiro a Shirōkami. Con un rápido movimiento se acerca a Galen y se coloca delante suyo, en el suelo. El marionetista está cinco metros por encima. Siberu se mueve de lado a lado y tiene sus pies de madera apoyados en el suelo. Parece como si bailara.
Al ver la sangre que brota de Shirōkami, el público clama a los participantes y una amplia parte de los oriundos de Amegakure alientan a la Kaguya para que fulmine al marionetista; entonces queda clara cual es la preferencia local. Por otra parte, los nobles mantienen la compostura y protegen su opinión con un volumen más adecuado para conversar.
Shirōkami decide lanzar un kunai a Galen y éste vuelva hacia él, que inmediatamente y gracias a la distancia, da un salto hacia atrás para esquivar el kunai. Se apoya de nuevo sobre el pilar de inicio; esta vez sobre el que su oponente ocupaba al principio del combate. El arma se clava en la plataforma mientras el titiritero sube hasta arriba del pilar. Cuando llega a la cima, recupera la posición defensiva que mantuvo al principio del encuentro.
Si algo caracteriza a Galen es su capacidad de reacción y su control sobre el entorno. Piensa que desde esa posición puede elevar a su marioneta y sorprender a su oponente por arriba. También tiene la convicción de que su adversario no le podrá dañar si no está a una distancia muy corta.
— ¡Siempre he admirado tu determinación, Shirōkami! — sabe que a pesar del daño causado en el último ataque, debe permanecer calmado y mantener la distancia — Pero los dos sabemos que puedes hacerlo mejor — intenta provocar a la kunoichi para que pierda los nervios. El comentario influye en el público, que alienta a la kunoichi con fervor.
Galen sigue moviendo la cabeza al ritmo del compás y la marioneta retrocede unos metros, dando un respiro a Shirōkami. Con un rápido movimiento se acerca a Galen y se coloca delante suyo, en el suelo. El marionetista está cinco metros por encima. Siberu se mueve de lado a lado y tiene sus pies de madera apoyados en el suelo. Parece como si bailara.