31/05/2019, 12:33
—Me pones en un verdadero aprieto...
— Bueno, solo escoge uno...
Osea, al final, ¿qué más daba si no teníamos ni puta idea de a donde llevaba cualquiera de los dos pasillos? si tuviéramos un doujutsu de esos atraviesa paredes que permitía ver el camino que uno tenía que recorrer o algo por el estilo la situación sería muy distinta, pero no era el caso. Contaba con la posibilidad de que tuviéramos que deshacer el camino recorrido. Contaba también que no saliéramos de aquel sitio durante aquel día.
—Si alguno de estos pasillos condujera al exterior debería salir una corriente de aire de uno de ellos... ¡Ey, al menos eso es lo que dicen en las películas! —añadió, encogiéndose de hombros—. Pero no siento nada... quizás estemos lejos aún.
La amejin iba sacando sus conclusiones. Precipitadas o no, parece que todavía razonaba con cierta lógica, no tenía que preocuparme demasiado todavía. Osea, no más de la cuenta. Fue entonces cuando sacó una moneda y a Kumopansa los ojos le hacían chiribitas.
— ¡Qué emoción, qué emoción! ¿Qué creeis que saldrá? ¿cara o cruz?
Me encogí de hombros a la espera de que Ayame lanzase la moneda.
—Si sale cara vamos a la derecha, si sale cruz, a la izquierda —resolvió—. Así si nos equivocamos la culpa no será ni tuya ni mía, será del azar.
En cierto modo, dejar las cosas al azar era culpa nuestra, de ambos, pero bueno, me parecía bien lo que había dicho. Las moneda se desprendió del contacto de la mano de la kunoichi, dando vueltas sobre si misma hasta aterrizar sobre el mismo punto de partida mostrando el resultado de cruz. El camino de la izquierda pues.
— Entonces, vamos por ese de ahí, ¿no?
—Vamos allá.
— Si, venga, vamos, joder
El animal se estaba empezando a sobreexaltar ante aquel simple juego de azar. Yo no le daba mayor importancia de la que podría tener. Incluso podría ser beneficioso, pues en caso de problemas, el animal estaría en estado de alerta y podría ser útil para prevenir dichos peligros. Obviamente tanto yo como Ayame ya lo estábamos, así que entre los 3 tenía la esperanza de que formasemos un buen tándem.
— Bueno, solo escoge uno...
Osea, al final, ¿qué más daba si no teníamos ni puta idea de a donde llevaba cualquiera de los dos pasillos? si tuviéramos un doujutsu de esos atraviesa paredes que permitía ver el camino que uno tenía que recorrer o algo por el estilo la situación sería muy distinta, pero no era el caso. Contaba con la posibilidad de que tuviéramos que deshacer el camino recorrido. Contaba también que no saliéramos de aquel sitio durante aquel día.
—Si alguno de estos pasillos condujera al exterior debería salir una corriente de aire de uno de ellos... ¡Ey, al menos eso es lo que dicen en las películas! —añadió, encogiéndose de hombros—. Pero no siento nada... quizás estemos lejos aún.
La amejin iba sacando sus conclusiones. Precipitadas o no, parece que todavía razonaba con cierta lógica, no tenía que preocuparme demasiado todavía. Osea, no más de la cuenta. Fue entonces cuando sacó una moneda y a Kumopansa los ojos le hacían chiribitas.
— ¡Qué emoción, qué emoción! ¿Qué creeis que saldrá? ¿cara o cruz?
Me encogí de hombros a la espera de que Ayame lanzase la moneda.
—Si sale cara vamos a la derecha, si sale cruz, a la izquierda —resolvió—. Así si nos equivocamos la culpa no será ni tuya ni mía, será del azar.
En cierto modo, dejar las cosas al azar era culpa nuestra, de ambos, pero bueno, me parecía bien lo que había dicho. Las moneda se desprendió del contacto de la mano de la kunoichi, dando vueltas sobre si misma hasta aterrizar sobre el mismo punto de partida mostrando el resultado de cruz. El camino de la izquierda pues.
— Entonces, vamos por ese de ahí, ¿no?
—Vamos allá.
— Si, venga, vamos, joder
El animal se estaba empezando a sobreexaltar ante aquel simple juego de azar. Yo no le daba mayor importancia de la que podría tener. Incluso podría ser beneficioso, pues en caso de problemas, el animal estaría en estado de alerta y podría ser útil para prevenir dichos peligros. Obviamente tanto yo como Ayame ya lo estábamos, así que entre los 3 tenía la esperanza de que formasemos un buen tándem.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa