1/06/2019, 22:46
Gracias al potente impulso del Hitoshin, Ranko no notó que había tirado también de un polizón. No fue sino hasta que aterrizó en la pared del risco que vio a Yota acercarse tan velozmente como su salto.
—¡No…!
La velocidad de la Kunoichi no le llegaba por mucho a la de Yota, por lo que no tuvo tiempo ni de evadir ni de bloquear. Su oponente le asestó una potente patada electrificada a la cabeza.
Aunque no tardó ni un segundo en aterrizar contra la plataforma, sintió que el transcurso de la caída duraba horas. El golpe reverberó en todo su cráneo, y la electricidad revolvió su cuerpo entero. Recordó que la técnica con la cual Rōga había acabado su combate había sido similar: una patada con Raiton. Recordó por milésima vez el golpe de su hermana contra su brazo y sus huesos rompiéndose.
"El Rayo" reflexionaría mucho después "es un recordatorio de mi fracaso. El Rayo es mi límite, no puedo ser más fuerte que él. El Rayo es lo que nunca podré ser."
A pesar de haber terminado como su pelea en Unraikyo, Ranko sintió la enorme diferencia: la pelea con King Rōga había terminado en una especie de empate moral, con Ranko muy herida y Rōga vulnerablemente exhausto. Pero esta vez, Yota había llevado la delantera todo el tiempo, a pesar de los golpes que hubiese conectado la ninja de la trenza.
Ranko tardó unos momentos en lograr volver en sí. Se dio cuenta de que estaba en la plataforma, boca arriba. Los sirvientes habían desaparecido hasta de su memoria, gracias al golpe. Intentó levantarse, pero apenas y pudo alzar la cabeza. El Flash de Yota había sido demasiado para ella.
Se sentía mareada, y un fuerte dolor de cabeza frustraba cualquier intento de ponerse de pie. Después de mucho esforzarse, logró sentarse. El impacto había roto la liga con la que ataba su trenza, y ahora su cabello comenzaba a despeinarse. Resollaba y sudaba, y sentía el metálico sabor de la sangre en sus labios, junto con un intenso ardor. Escupió hacia un lado, confirmando su sangrado, y un tanteo con su lengua confirmó que se había partido un labio.
"Una derrota más…"
—C-creo… Creo que… No puedo… continuar.
—¡No…!
La velocidad de la Kunoichi no le llegaba por mucho a la de Yota, por lo que no tuvo tiempo ni de evadir ni de bloquear. Su oponente le asestó una potente patada electrificada a la cabeza.
Aunque no tardó ni un segundo en aterrizar contra la plataforma, sintió que el transcurso de la caída duraba horas. El golpe reverberó en todo su cráneo, y la electricidad revolvió su cuerpo entero. Recordó que la técnica con la cual Rōga había acabado su combate había sido similar: una patada con Raiton. Recordó por milésima vez el golpe de su hermana contra su brazo y sus huesos rompiéndose.
"El Rayo" reflexionaría mucho después "es un recordatorio de mi fracaso. El Rayo es mi límite, no puedo ser más fuerte que él. El Rayo es lo que nunca podré ser."
A pesar de haber terminado como su pelea en Unraikyo, Ranko sintió la enorme diferencia: la pelea con King Rōga había terminado en una especie de empate moral, con Ranko muy herida y Rōga vulnerablemente exhausto. Pero esta vez, Yota había llevado la delantera todo el tiempo, a pesar de los golpes que hubiese conectado la ninja de la trenza.
Ranko tardó unos momentos en lograr volver en sí. Se dio cuenta de que estaba en la plataforma, boca arriba. Los sirvientes habían desaparecido hasta de su memoria, gracias al golpe. Intentó levantarse, pero apenas y pudo alzar la cabeza. El Flash de Yota había sido demasiado para ella.
Se sentía mareada, y un fuerte dolor de cabeza frustraba cualquier intento de ponerse de pie. Después de mucho esforzarse, logró sentarse. El impacto había roto la liga con la que ataba su trenza, y ahora su cabello comenzaba a despeinarse. Resollaba y sudaba, y sentía el metálico sabor de la sangre en sus labios, junto con un intenso ardor. Escupió hacia un lado, confirmando su sangrado, y un tanteo con su lengua confirmó que se había partido un labio.
"Una derrota más…"
—C-creo… Creo que… No puedo… continuar.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)