3/06/2019, 06:07
La puesta en pie fue tan repentina para Geki que hizo volverse sobre sí mismo para concentrarse de nuevo en Etsu. Este tenía una mirada desafiante y estaba totalmente concentrado. El Senju volvió a observarlo mejor, esta vez más de una forma más detallada, no tenía idea de lo que el otro estaba tramando, quizá se le había ocurrido una nueva estrategia, eso hubiese venido de perlas.
—Geki, lo siento mucho pero no pienso dejarlo estar.
El joven de pelo gris lo miró perplejo.
—La situación es una mierda, en todos los sentidos... sus antiguos compañeros están por llegar. Pero hay que detener ésto, aunque perdamos la oportunidad de capturar jefe. Voy a detenerlos, sea como sea. Puedes pelear, o puedes ir a buscar ayuda de algún chunin... no te voy a criticar, tomes la decisión que tomes.
Era verdad, la situación era una mierda, pero habían intentado esquivar el combate y jugar con inteligencia, al parecer no había funcionado. Quizá era momento de reflexionar, pero Geki no pudo hacer mucho.
—¡Hey! pero no crees qué...
Etsu no lo dejó terminar, casi como poseído salto por encima de todo hacia la planta baja. El genin no atinó a más nada que observar casi con la boca abierta como su compañero se lanzaba de cabeza de nueva a tan complicada situación. Giró rápido y se apoyó de nuevo en la baranda dónde terminaba el techo mientras podía ver cómo el Inuzuka hacia su aterrizaje.
*¿Pero qué hace?, va a hacer que lo maten o que nos maten a los dos*
El kusajin giró la cabeza hacia todos lados, el perruno le había advertido que los ex compañeros del malhechor estaban cerca, pero no cuánto. Volvió a clavar los ojos en Etsu, sentía una especie de enojo, pero no con él, sino con la situación la cuál se había complicado.
*Maldiciónn* Insultó en su interior mientras apretaba los ojos. *Esto no pinta nada bien*
—¡Esperame Etsu! — Advirtió al otro mientras empezó a correr por la pared del edificio para bajar por el mismo.
Por lo menos él quería ser el qué abriera de nuevo la puerta de la casa, porque si saliera alguien lastimado debería ser él, por fallar en primera instancia.
Era consiente que el hombre qué estaba allí encerrado era capaz de todo. Había fallado el disparo en el primer intento de entrar a la casa ¿Pero fallaría la segunda?, tenía que detener a Etsu, no se podía arriesgar a que se comiera una saeta a quemaropa.
—Geki, lo siento mucho pero no pienso dejarlo estar.
El joven de pelo gris lo miró perplejo.
—La situación es una mierda, en todos los sentidos... sus antiguos compañeros están por llegar. Pero hay que detener ésto, aunque perdamos la oportunidad de capturar jefe. Voy a detenerlos, sea como sea. Puedes pelear, o puedes ir a buscar ayuda de algún chunin... no te voy a criticar, tomes la decisión que tomes.
Era verdad, la situación era una mierda, pero habían intentado esquivar el combate y jugar con inteligencia, al parecer no había funcionado. Quizá era momento de reflexionar, pero Geki no pudo hacer mucho.
—¡Hey! pero no crees qué...
Etsu no lo dejó terminar, casi como poseído salto por encima de todo hacia la planta baja. El genin no atinó a más nada que observar casi con la boca abierta como su compañero se lanzaba de cabeza de nueva a tan complicada situación. Giró rápido y se apoyó de nuevo en la baranda dónde terminaba el techo mientras podía ver cómo el Inuzuka hacia su aterrizaje.
*¿Pero qué hace?, va a hacer que lo maten o que nos maten a los dos*
El kusajin giró la cabeza hacia todos lados, el perruno le había advertido que los ex compañeros del malhechor estaban cerca, pero no cuánto. Volvió a clavar los ojos en Etsu, sentía una especie de enojo, pero no con él, sino con la situación la cuál se había complicado.
*Maldiciónn* Insultó en su interior mientras apretaba los ojos. *Esto no pinta nada bien*
—¡Esperame Etsu! — Advirtió al otro mientras empezó a correr por la pared del edificio para bajar por el mismo.
Por lo menos él quería ser el qué abriera de nuevo la puerta de la casa, porque si saliera alguien lastimado debería ser él, por fallar en primera instancia.
Era consiente que el hombre qué estaba allí encerrado era capaz de todo. Había fallado el disparo en el primer intento de entrar a la casa ¿Pero fallaría la segunda?, tenía que detener a Etsu, no se podía arriesgar a que se comiera una saeta a quemaropa.