Querido diario...

[Uchiha Datsue]

6 de Caída del Pétalo del 219

¡Hola! ¿Todo bien?

Hoy le comenté a Raito-sensei mi idea de aprender Raiton. Eri la verdad que me dio unos consejos muy buenos, pero no la veo con el tiempo necesario como para dedicármelo a mí. Y ya cometí en el pasado el error de creer que podía hacerlo todo yo solo. Así que esta vez voy a hacer las cosas bien y pedir ayuda desde el principio.

Raito piensa que estoy yendo a por demasiadas cosas. Ya sabes el dicho: el que mucho abarca, poco aprieta. Yo le dije que ese refrán podía funcionar para su generación, pero que yo había nacido en la Era de los Genios. Si digo que puedo es que puedo, maldita sea.

Se rio en mi cara, lógicamente, pero prometió ayudarme. No en persona, porque además se marcha de misión por unas semanas mínimo, pero me dijo que se lo comentaría a alguien que me vendría perfecto.

Mañana a las nueve de la mañana en el estadio. Guay.

Ya te comentaré qué tal.

Y, recuerda,

«Las casas paradisíacas no son tan idílicas como las pintan. Que oye, yo muy contento con la mía. Pero es que antes con el piso tenía el mercado al lado, ¿y tú sabes lo que es ahora pegarte media hora de caminata para ir de compras? Ojo, ¡que luego hay que volver, eh! Suerte que sé de fuuinjutsu y no tengo que ir con las bolsas cargando, pero joooodeeeeeeer»