7/06/2019, 17:54
—Esto... como podria decirtelo... —farfullaba Kumopansa, visiblemente incómoda—. Dejemoslo en que no soy perfecta.
—¿Cómo que no eres p...
—Vas a tener que pensar en otra cosa.
Ayame, visiblemente confundida, se quedó momentáneamente congelada en el sitio. ¿Pero qué le pasaba a aquel arácnido? ¿Acaso no quería socorrer a Yota? ¿Cómo que no era perfecta? ¡Ni siquiera lo había intentado, maldita sea!
Yota se intentó reincorporar, pero Ayame le colocó una mano en el hombro con suavidad.
—Ayame, escucha —habló el de Kusagakure, aguantando el dolor que sentía entre dientes apretados—. Tienes que encontrar a ese hijo de la gran puta y matarlo, ¿lo harás?
—¿Qué? —preguntó ella, aún más estupefacta que antes si cabía—. Espero que no estés insinuando que te deje aquí, ¡porque ni de coña! Además, todavía no sabemos si esto es obra de alguien de verdad. Bueno, o al menos de alguien que esté vivo... ¡Sea como sea, te vas a venir con nosotros! ¡No voy a dejarte tirado en mitad de este pasillo!
—¿Cómo que no eres p...
—Vas a tener que pensar en otra cosa.
Ayame, visiblemente confundida, se quedó momentáneamente congelada en el sitio. ¿Pero qué le pasaba a aquel arácnido? ¿Acaso no quería socorrer a Yota? ¿Cómo que no era perfecta? ¡Ni siquiera lo había intentado, maldita sea!
Yota se intentó reincorporar, pero Ayame le colocó una mano en el hombro con suavidad.
—Ayame, escucha —habló el de Kusagakure, aguantando el dolor que sentía entre dientes apretados—. Tienes que encontrar a ese hijo de la gran puta y matarlo, ¿lo harás?
—¿Qué? —preguntó ella, aún más estupefacta que antes si cabía—. Espero que no estés insinuando que te deje aquí, ¡porque ni de coña! Además, todavía no sabemos si esto es obra de alguien de verdad. Bueno, o al menos de alguien que esté vivo... ¡Sea como sea, te vas a venir con nosotros! ¡No voy a dejarte tirado en mitad de este pasillo!