8/06/2019, 00:53
Ranko recalcó la belleza del lugar, ¿cómo podría negar tal aseveración? Mis orbes estaban totalmente maravillados con todo lo que veía —. Es hermoso— agregué.
El encargado no tardó en aparecer haciendo que mi compañera sacara a relucir su pequeño defecto, no hice más que quedarme en silencio y ver como ella misma tomaba la iniciativa y como intentaba que él entendiese sus palabras. Todo iba relativamente bien hasta el hecho en que la de la trenza empezó a bajar el tono de voz a tal punto de volverse inaudible para ninguno, efectivamente el muchacho se quedó viendo los labios fijamente esforzándose para lograr cumplir su objetivo, brinda una atención de calidad; por mi pare sonreí con gracia, después de todo la situación era de lo más cómica.
—Q-queríamossabersilastermasestándisponibles.
—¿Qué clase de pregunta es esa?— dudó por un momento esperando a que se tratase de una broma —.¡Claro que están disponibles!— afirmó mientras extendía su brazo derecho señalando el rumbo a seguir —.Pasen por aquí.
—Cuanta amabilidad— en mi rostro seguía aquella sonrisa de satisfacción, mis pies me llevaron por dónde señaló el muchacho.
—¿Entonces son solo ustedes dos o esperan a alguien más?— cuestionó el joven mientras llegábamos a la recepción. La entrada era de lo más normal y tradicional, el camino de piedra terminaría en una breve escalinata de tres escasos peldaños, posterior a ello el suelo de madera, al igual que las puertas, estas eran corredizas.
Dudé un momento antes de responder, miré a Ranko esperando su confirmación —.Sí, creo que sí, solo dos.
El encargado se adelantó y abrió ambas puertas, dejando ver una recepción cálida y más pequeña de lo esperado, por lo menos para mi; el piso suelo estaba cubierto por una fina alfombra, el lugar estaba lleno de muebles de madera, también, todo parecía ser de madera, de diversos tipos, lo único que podía deducir era el caoba y bambú —. ¿Visitaran únicamente las termas? — preguntó —.Sí piensan quedarse una noche o un par de noches les sugiero que se hospeden aquí, no hay mejores habitaciones, ni mejor servicio— sugirió mientras se ponía detrás de un mostrador, abrió un libro y se dispondría a anotar nuestros datos.
Esta vez directamente no respondí, miré a Ranko esperando a que luciera nuevamente su iniciativa.
El encargado no tardó en aparecer haciendo que mi compañera sacara a relucir su pequeño defecto, no hice más que quedarme en silencio y ver como ella misma tomaba la iniciativa y como intentaba que él entendiese sus palabras. Todo iba relativamente bien hasta el hecho en que la de la trenza empezó a bajar el tono de voz a tal punto de volverse inaudible para ninguno, efectivamente el muchacho se quedó viendo los labios fijamente esforzándose para lograr cumplir su objetivo, brinda una atención de calidad; por mi pare sonreí con gracia, después de todo la situación era de lo más cómica.
—Q-queríamossabersilastermasestándisponibles.
—¿Qué clase de pregunta es esa?— dudó por un momento esperando a que se tratase de una broma —.¡Claro que están disponibles!— afirmó mientras extendía su brazo derecho señalando el rumbo a seguir —.Pasen por aquí.
—Cuanta amabilidad— en mi rostro seguía aquella sonrisa de satisfacción, mis pies me llevaron por dónde señaló el muchacho.
—¿Entonces son solo ustedes dos o esperan a alguien más?— cuestionó el joven mientras llegábamos a la recepción. La entrada era de lo más normal y tradicional, el camino de piedra terminaría en una breve escalinata de tres escasos peldaños, posterior a ello el suelo de madera, al igual que las puertas, estas eran corredizas.
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Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
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