12/06/2019, 13:50
La expresión de rabia de Hayate se vio acentuada en cuanto la muchachita le alzó la voz. ¿Cómo una condenada genin se atrevía a levantarle el tono siendo él un cliente distinguido? En otros momentos, quizás no hubiese reaccionado de forma tan explosiva, pero el estrés que cargaba sobre sus hombros le podía más que cualquier norma de conducta ante aquella situación.
—¿¡Cómo te atreves a faltarme el respeto de esa forma!?— frunció el ceño. —¡Tenías un sólo trabajo que cumplir! ¿Qué demonios haces aquí?— Resopló como un toro furioso.
El mayordomo tartamudeó algo, pero ninguna palabra salió de su boca. Estaba en medio de dos personas con carácter fuerte, generando un aura de tensión ante la cuál el flemático caballero sentía que se le cortaba la respiración al no poder lidiar con la presión del ambiente. Sudó un poco y retrocedió dos pasos, intimidado sin que realmente nadie se estuviese dirigiendo ya a él.
Por su lado, Hayate parpadeó confundido ante la pregunta de la muchacha, sólo para luego apretar los dientes.
—Lo que me faltaba— se llevo la palma de la mano a los ojos y negó con la cabeza. —No es de tu incumbencia. Además aunque te dijera no podrías hacer nada, ¿captas el mensaje o te lo tengo que repetir despacio para que comprendas?— Retiró la mano y mostró una fría mirada. —Ya te di instrucciones para que realizaras la misión, no quiero saber nada más— se daría la vuelta y cerraría la puerta tras de sí.
El mayordomo rápidamente se acercó a la Sarutobi, colocándole la mano en el hombro.
—Mil disculpas por la actitud de Hayate-sama— se excusó rápidamente en nombre de su amo. —La muerte del señor Shigeharu ha tenido muchas más connotaciones negativas en el señorito de las que él puede soportar— Agachó la cabeza con pesadumbre. —Se le ve un poco fatigada. Déjeme servirle alguna bebida para que descanse antes de continuar. Además así puedo explicarle la situación— Hizo una reverencia.
Si la Sarutobi accedía, más pronto que tarde el mayordomo la guiaría de nuevo a la sala tradicional, mientras el fino caballero le servía una simple limonada. Eso sí, servida en un vaso de cristal con leves decoraciones en forma de olas grabadas con oro real. Con una rodajita de limón adornando el envase.
—¿¡Cómo te atreves a faltarme el respeto de esa forma!?— frunció el ceño. —¡Tenías un sólo trabajo que cumplir! ¿Qué demonios haces aquí?— Resopló como un toro furioso.
El mayordomo tartamudeó algo, pero ninguna palabra salió de su boca. Estaba en medio de dos personas con carácter fuerte, generando un aura de tensión ante la cuál el flemático caballero sentía que se le cortaba la respiración al no poder lidiar con la presión del ambiente. Sudó un poco y retrocedió dos pasos, intimidado sin que realmente nadie se estuviese dirigiendo ya a él.
Por su lado, Hayate parpadeó confundido ante la pregunta de la muchacha, sólo para luego apretar los dientes.
—Lo que me faltaba— se llevo la palma de la mano a los ojos y negó con la cabeza. —No es de tu incumbencia. Además aunque te dijera no podrías hacer nada, ¿captas el mensaje o te lo tengo que repetir despacio para que comprendas?— Retiró la mano y mostró una fría mirada. —Ya te di instrucciones para que realizaras la misión, no quiero saber nada más— se daría la vuelta y cerraría la puerta tras de sí.
El mayordomo rápidamente se acercó a la Sarutobi, colocándole la mano en el hombro.
—Mil disculpas por la actitud de Hayate-sama— se excusó rápidamente en nombre de su amo. —La muerte del señor Shigeharu ha tenido muchas más connotaciones negativas en el señorito de las que él puede soportar— Agachó la cabeza con pesadumbre. —Se le ve un poco fatigada. Déjeme servirle alguna bebida para que descanse antes de continuar. Además así puedo explicarle la situación— Hizo una reverencia.
Si la Sarutobi accedía, más pronto que tarde el mayordomo la guiaría de nuevo a la sala tradicional, mientras el fino caballero le servía una simple limonada. Eso sí, servida en un vaso de cristal con leves decoraciones en forma de olas grabadas con oro real. Con una rodajita de limón adornando el envase.