12/06/2019, 16:13
"¿El Genjutsu es interesante?"
Ranko no pudo hacer más que creerle a Yota. Su padre utilizaba muchas técnicas ilusorias, pero nunca se las enseñó ni a ella ni a su hermana. Tal vez porque ambas tuvieron un acercamiento más íntimo con el combate directo que con las ilusiones. La chica no dijo nada de ésto, y solamente soltó un "Ooh~" en voz baja.
Algo que le causó un poco de gracia, pero le encantó mucho fue que, a pesar de su actitud directa, a Kumopansa no le hacían falta modales, pues le devolvió la reverencia de manera arácnida, amoldando el movimiento a su cuerpo. La chica soltó una risita ante el comentario de Yota sobre el Raiton.
—T-tal vez mi estatura me… me hace ver como u-un pararrayos. —No supo de dónde salió tal chascarrillo, pero le hizo reír un poco más.
Parecía que su labio sangraba cada vez menos. La herida parecía ser muy superficial. "Parece que mi cabeza es más dura de lo que creía…" pensó, mientras Yota iba a por su equipo propio y ella revisaba la herida con su lengua. Su blusa estaba adornada con una mancha rojo oscuro del tamaño de un puño. El chico estuvo listo un segundo después. La de la trenza asintió, preparada para marchar.
"Espera, ¿Trenza?"
No lo recordaba, pero el Flash de Yota y el impacto contra la plataforma le habían reventado la tira que ataba su trenza, y ahora ésta se deshacía a cada paso que la chica daba. Ranko soltó un suspiro, un tanto molesta, y, al no querer hacer esperar a Yota, decidió no arreglarla. En su lugar, agitó su cabeza y recorrió su cabellera con las manos para dejarla suelta por completo. Ahora tenía una cortina de ondulado cabello castaño oscuro que caía a su espalda. Algo medio decente, pero a menos no se veía a medio hacer como la trenza.
—¡A-andando! —Su voz sonaba cansada pero alegre, y su respiración se había calmado ya mucho. Ahora seguiría a Yota, pues posiblemente él conocería el mejor lugar para comer Dangos a esa hora.
Ranko no pudo hacer más que creerle a Yota. Su padre utilizaba muchas técnicas ilusorias, pero nunca se las enseñó ni a ella ni a su hermana. Tal vez porque ambas tuvieron un acercamiento más íntimo con el combate directo que con las ilusiones. La chica no dijo nada de ésto, y solamente soltó un "Ooh~" en voz baja.
Algo que le causó un poco de gracia, pero le encantó mucho fue que, a pesar de su actitud directa, a Kumopansa no le hacían falta modales, pues le devolvió la reverencia de manera arácnida, amoldando el movimiento a su cuerpo. La chica soltó una risita ante el comentario de Yota sobre el Raiton.
—T-tal vez mi estatura me… me hace ver como u-un pararrayos. —No supo de dónde salió tal chascarrillo, pero le hizo reír un poco más.
Parecía que su labio sangraba cada vez menos. La herida parecía ser muy superficial. "Parece que mi cabeza es más dura de lo que creía…" pensó, mientras Yota iba a por su equipo propio y ella revisaba la herida con su lengua. Su blusa estaba adornada con una mancha rojo oscuro del tamaño de un puño. El chico estuvo listo un segundo después. La de la trenza asintió, preparada para marchar.
"Espera, ¿Trenza?"
No lo recordaba, pero el Flash de Yota y el impacto contra la plataforma le habían reventado la tira que ataba su trenza, y ahora ésta se deshacía a cada paso que la chica daba. Ranko soltó un suspiro, un tanto molesta, y, al no querer hacer esperar a Yota, decidió no arreglarla. En su lugar, agitó su cabeza y recorrió su cabellera con las manos para dejarla suelta por completo. Ahora tenía una cortina de ondulado cabello castaño oscuro que caía a su espalda. Algo medio decente, pero a menos no se veía a medio hacer como la trenza.
—¡A-andando! —Su voz sonaba cansada pero alegre, y su respiración se había calmado ya mucho. Ahora seguiría a Yota, pues posiblemente él conocería el mejor lugar para comer Dangos a esa hora.
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