13/06/2019, 21:36
Los ojos de Kuumi ardieron con las llamas del desafío dos veces: una cuando Mei liberó una descarga también de Raiton, y la otra cuando le contestó a su insolencia. Ranko se notó preocupada al ver a Mei reaccionar con su propio elemento, pero afortunadamente no pasó a más.
—Sí, sí, como sea. —le contestó Kuumi sin preocupaciones al recepcionista ante la advertencia de pagar lo que fuese que rompieran. Ranko, por su parte, aprovechaba cualquier momento para repetir "lo siento" al joven.
Las hermanas escucharon al recepcionista explicar a medias lo del festival. Ranko tomó el folleto y lo leyó con emoción, mientras que Kuumi le prestó muy poca atención. Cada dos tres, la pequeña le dirigía una mirada molesta a Mei.
—¡Qué lindo suena este festival! C-creo que sí nos quedaremos. ¿Verdad, Kuu-chan? ¿Mei-san? —Realmente lamentaba que hubiese habido ese roce entre ellas, y rogaba porque Kuumi no quisiese empeorar las cosas. Su hermana no era en realidad una mala persona, pero podía ser muy terca y berrinchuda. Esperaría la respuesta de ambas.
—Mmm… Claro. Hay que pasar tiempo de calidad. Juntas. Con nuestra nueva amiga. Anótame en todo —Antes de que las otras dos chicas pudiesen decidir, Kuumi buscó entre sus ropas y sacó de su monedero varios billetes doblados —. Dos noches de diversión total.
—¡Kuu-chan! —Era muy raro que fuese Ranko la que regañase, pero esta vez le dirigió una mirada dura a Kuumi. Ésta chasqueó la lengua y fue a sentarse en uno de los muebles mientras se colocaba de nuevo la máscara de gatito. La de la trenza le ofreció a la chica una reverencia, bastante apenada —. M-Mei-san, di-disculpe a mi hermana. Kuumi e-es algo… algo terca. ¡Pero en el f-fondo es ma-maravillosa! ¡Y p-por supuesto que s-si Mei-san decide quedarse, y-yo le a-apoyaré con lo de la-la estancia!
Ranko se sentía terriblemente culpable, pues había sido ella quien decidió ir a Owatatsumi, y Mei había sido de lo más paciente y amigable con ella. No merecía pasarla mal debido a Kuumi.
"Aunque no deberíamos descartar lo del Genjutsu…" dijo su vocecita sensata.
—Sí, sí, como sea. —le contestó Kuumi sin preocupaciones al recepcionista ante la advertencia de pagar lo que fuese que rompieran. Ranko, por su parte, aprovechaba cualquier momento para repetir "lo siento" al joven.
Las hermanas escucharon al recepcionista explicar a medias lo del festival. Ranko tomó el folleto y lo leyó con emoción, mientras que Kuumi le prestó muy poca atención. Cada dos tres, la pequeña le dirigía una mirada molesta a Mei.
—¡Qué lindo suena este festival! C-creo que sí nos quedaremos. ¿Verdad, Kuu-chan? ¿Mei-san? —Realmente lamentaba que hubiese habido ese roce entre ellas, y rogaba porque Kuumi no quisiese empeorar las cosas. Su hermana no era en realidad una mala persona, pero podía ser muy terca y berrinchuda. Esperaría la respuesta de ambas.
—Mmm… Claro. Hay que pasar tiempo de calidad. Juntas. Con nuestra nueva amiga. Anótame en todo —Antes de que las otras dos chicas pudiesen decidir, Kuumi buscó entre sus ropas y sacó de su monedero varios billetes doblados —. Dos noches de diversión total.
—¡Kuu-chan! —Era muy raro que fuese Ranko la que regañase, pero esta vez le dirigió una mirada dura a Kuumi. Ésta chasqueó la lengua y fue a sentarse en uno de los muebles mientras se colocaba de nuevo la máscara de gatito. La de la trenza le ofreció a la chica una reverencia, bastante apenada —. M-Mei-san, di-disculpe a mi hermana. Kuumi e-es algo… algo terca. ¡Pero en el f-fondo es ma-maravillosa! ¡Y p-por supuesto que s-si Mei-san decide quedarse, y-yo le a-apoyaré con lo de la-la estancia!
Ranko se sentía terriblemente culpable, pues había sido ella quien decidió ir a Owatatsumi, y Mei había sido de lo más paciente y amigable con ella. No merecía pasarla mal debido a Kuumi.
"Aunque no deberíamos descartar lo del Genjutsu…" dijo su vocecita sensata.
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