25/06/2019, 19:57
—Ayame, por favor, acéptalo, somos demasiado débiles para enfrentar a ese tipo. Vamos a tener que pelear tu y yo. Solo uno de los dos se podrá ir.
—¿Pero tú estás tonto o te lo haces? —le espetó ella, volviéndose hacia él furibunda—. ¡No pienso luchar contra ti sólo porque un loco pirado lo diga!
—Sigo queriendo mis armas y mi araña si quieres que pelee, gilipollas.
—Vosotros ser shinobi... —volvió a resonar la voz del chamán, esta vez desde un punto en lo alto del muro, a la espalda de Yota—. Así que vosotros luchar como shinobi —añadió, y su voz sonó ahora en el muro que quedaba a la derecha de Ayame. Sin embargo, él seguía sin dar la cara. Encontrarle en aquellas circunstancias iba a ser difícil. Muy difícil—. Vosotros luchar y honrar a Padre Nueve con sangre o yo, el gran Saishi Masha, obligar vosotros!
Ayame resopló y se cruzó de brazos. No estaba dispuesta a mover un solo dedo, pero no perdió de vista a Yota. Después de lo que acababa de decir, no podía confiar en que no le saltara al cuello en cualquier momento.
—¿Pero tú estás tonto o te lo haces? —le espetó ella, volviéndose hacia él furibunda—. ¡No pienso luchar contra ti sólo porque un loco pirado lo diga!
—Sigo queriendo mis armas y mi araña si quieres que pelee, gilipollas.
—Vosotros ser shinobi... —volvió a resonar la voz del chamán, esta vez desde un punto en lo alto del muro, a la espalda de Yota—. Así que vosotros luchar como shinobi —añadió, y su voz sonó ahora en el muro que quedaba a la derecha de Ayame. Sin embargo, él seguía sin dar la cara. Encontrarle en aquellas circunstancias iba a ser difícil. Muy difícil—. Vosotros luchar y honrar a Padre Nueve con sangre o yo, el gran Saishi Masha, obligar vosotros!
Ayame resopló y se cruzó de brazos. No estaba dispuesta a mover un solo dedo, pero no perdió de vista a Yota. Después de lo que acababa de decir, no podía confiar en que no le saltara al cuello en cualquier momento.