4/07/2019, 06:02
"Vaya, sigue sin aprender a pronunciarlo... Pero lo ignoraré por esta vez." Rōga sostuvo su arrogante sonrisa, aún cuando la muchacha parecía ofendida y se intentaba cubrir en vano con aquellas playeras ropas. "Ho~ Parece que la conejita ahora tiene un poco más de carácter." Aparentemente, era mucho más fuerte emocionalmente, complementando su mejoría física. Le agradaba saber que seguía esforzándose, no sabía porqué exactamente, pero siempre le era agradable saber que sus competidores seguían exigiéndose a sí mismo.
Nunca se hubiese imaginado recibir un gesto cómo aquel por parte de la chica, tanto que la rabia parecía algo totalmente ajeno e imposible de ver en aquella dulce morena, pero que logró sonsacarle de todas forma.
—Je je~ Por favor, no te pongas así. Únicamente elogio las cosas o cualidades impresionantes en las personas— Se pasó la mano por el fleco del cabello. —Aunque, ¿nunca te han dicho que te ves linda cuando estás enojada? Luces muy tierna con esa carita de puchero—. Giró su cabeza cómo un perro que observa curioso. —Vamos, tienes bastante carne que presumir. Yo que tú le demostraría a los demás lo que esas extremidades pueden hacer. ¡Vamos, Usagihime! Debes lucirte... Aunque en esta playa no hay mucho público para admirarte. De todas formas, siempre puedes patear al que quiera pasarse de listo— Alzó ambas cejas, cómo si tuviese doble intención al hablar.
Los temperamentos de ambos eran totalmente opuestos. Agua y aceite, día y noche, blanco y negro. Antónimos en todos los sentidos. El muchacho cruzó ambos brazos cuando la muchacha afirmó que le alegraba verlo bien, aunque luego parecía dudar de sus propias palabras.
—¿Cómo que crees?— Parpadeó confundido, aunque luego reparó en que Ranko observó sus cicatrices. —Ahhh...— se puso serio por unos instantes, pero negó con la cabeza y sonrió de nuevo. —No te preocupes por esto— Empuñó el brazo diestro delante de sí. —Si yo no lo hago menos tú. Yo no estoy bien, ¡estoy fabuloso! Nunca pierdo mi estilo, darling~
Nunca se hubiese imaginado recibir un gesto cómo aquel por parte de la chica, tanto que la rabia parecía algo totalmente ajeno e imposible de ver en aquella dulce morena, pero que logró sonsacarle de todas forma.
—Je je~ Por favor, no te pongas así. Únicamente elogio las cosas o cualidades impresionantes en las personas— Se pasó la mano por el fleco del cabello. —Aunque, ¿nunca te han dicho que te ves linda cuando estás enojada? Luces muy tierna con esa carita de puchero—. Giró su cabeza cómo un perro que observa curioso. —Vamos, tienes bastante carne que presumir. Yo que tú le demostraría a los demás lo que esas extremidades pueden hacer. ¡Vamos, Usagihime! Debes lucirte... Aunque en esta playa no hay mucho público para admirarte. De todas formas, siempre puedes patear al que quiera pasarse de listo— Alzó ambas cejas, cómo si tuviese doble intención al hablar.
Los temperamentos de ambos eran totalmente opuestos. Agua y aceite, día y noche, blanco y negro. Antónimos en todos los sentidos. El muchacho cruzó ambos brazos cuando la muchacha afirmó que le alegraba verlo bien, aunque luego parecía dudar de sus propias palabras.
—¿Cómo que crees?— Parpadeó confundido, aunque luego reparó en que Ranko observó sus cicatrices. —Ahhh...— se puso serio por unos instantes, pero negó con la cabeza y sonrió de nuevo. —No te preocupes por esto— Empuñó el brazo diestro delante de sí. —Si yo no lo hago menos tú. Yo no estoy bien, ¡estoy fabuloso! Nunca pierdo mi estilo, darling~