6/07/2019, 04:56
Le alegró que Roga aceptara su petición de no decirle cosas de esa índole, y Ranko soltó un suave “gracias”.
El chico entonces se dispuso a contar su historia. La Kusajin escuchaba con atención y hacía notas mentales para poder responderle, pues no quería interrumpirlo o cortarle la emoción.
—Tsukiyama… Creo… creo que no lo conozco. ¡Pero lo buscaré cu-cuando regrese a la aldea! Sería… Sería interesante que sus puños chocasen con mis patadas —Se imaginó una escena dramática en la cual luchaba contra un ninja sin rostro que lanzaba puñetazos a la velocidad del rayo —. Ha… ¿Hanamura Kazuma-san? ¡Lo conozco! Es bastante amable. A-aunque sí, un tanto excéntrico… Oh, no, no sabía… —La información que su padre compartía se limitaba a personas y familias, y no había escuchado sobre el puente.
Hubo también una historia apenas mencionada sobre el paraje de bambú y un espadachín Uzujin llamado Yoshimura, cuyo maestro tenía muy mal carácter. Rōga también había estado puliendo sus habilidades, tanto musicales como de combate.
—¡M-me gustaría escucharte! Di-digo, apropiadamente. No a hurtadillas… ¿Y qué técnica es? Tal… T-tal vez haga falta un compañero para practicarla… ¿Has encontrado a un… un Hermano?
El chico se sentó en la arena, pero no tardó mucho en levantarse de nuevo.
—E-en Kusagakure tenemos… ahm… riscos —Cruzó las manos detrás de su espalda —. Así que, aunque es el mar, es… es raro. Es diferente verlo d-desde arriba, de lejos, c-como una criatura peligrosa —Regresó un momento a las rocas mientras se aflojaba la falda. Se la quitó, mostrando tanto su traje de una pieza como la totalidad de sus piernas, y la dejó sobre una de ellas, cuidando que no se cayera o la volara el viento. Luego fue a zancadas al agua, pasando de Rōga y metiéndose hasta la rodilla. Dio media vuelta para encarar a su amigo —. ¡Pero aquí es c-como un gatito! Un gatito algo agresivo… ¡Pero muy lindo!
Él comentó lo ideal que habría sido tener una cámara en ese momento, a lo que Ranko concordó encogiéndose de hombros. Asintió al escucharlo decir lo increíble que sería ver un cielo nocturno cubriendo el mar. Se le hizo interesante que un comentario, tan contemplativo, surgiera de la boca de un chico como Rōga. Por un instante quiso contarle del certamen de poesía en el cual había participado hacía meses, pero decidió callarlo.
El oleaje empapaba a Ranko hasta medio muslo constantemente, y su cabello se ampliaba como abanico a cada movimiento del viento.
—Pa… Parece que Ōnindo no tiene s-solo lugares hermosos, sino momentos hermosos. Creo —De repente apareció en su cabeza una chica con una luna menguante en su frente —. P-p-por cierto… Rōga-san me dijo q-que tenía un… Ahm… grupo d-de fans. P-pero Aotsuki Ayame-san me dijo que s-s-sólo es en el karaoke…
Ranko se cubrió la boca con una mano, no para intentar callarse, sino porque no quería que se le escapara una risita.
"Tal vez suene de mala gana, pero Rōga-san no debió de haber mentido, ¡Jum!"
El chico entonces se dispuso a contar su historia. La Kusajin escuchaba con atención y hacía notas mentales para poder responderle, pues no quería interrumpirlo o cortarle la emoción.
—Tsukiyama… Creo… creo que no lo conozco. ¡Pero lo buscaré cu-cuando regrese a la aldea! Sería… Sería interesante que sus puños chocasen con mis patadas —Se imaginó una escena dramática en la cual luchaba contra un ninja sin rostro que lanzaba puñetazos a la velocidad del rayo —. Ha… ¿Hanamura Kazuma-san? ¡Lo conozco! Es bastante amable. A-aunque sí, un tanto excéntrico… Oh, no, no sabía… —La información que su padre compartía se limitaba a personas y familias, y no había escuchado sobre el puente.
Hubo también una historia apenas mencionada sobre el paraje de bambú y un espadachín Uzujin llamado Yoshimura, cuyo maestro tenía muy mal carácter. Rōga también había estado puliendo sus habilidades, tanto musicales como de combate.
—¡M-me gustaría escucharte! Di-digo, apropiadamente. No a hurtadillas… ¿Y qué técnica es? Tal… T-tal vez haga falta un compañero para practicarla… ¿Has encontrado a un… un Hermano?
El chico se sentó en la arena, pero no tardó mucho en levantarse de nuevo.
—E-en Kusagakure tenemos… ahm… riscos —Cruzó las manos detrás de su espalda —. Así que, aunque es el mar, es… es raro. Es diferente verlo d-desde arriba, de lejos, c-como una criatura peligrosa —Regresó un momento a las rocas mientras se aflojaba la falda. Se la quitó, mostrando tanto su traje de una pieza como la totalidad de sus piernas, y la dejó sobre una de ellas, cuidando que no se cayera o la volara el viento. Luego fue a zancadas al agua, pasando de Rōga y metiéndose hasta la rodilla. Dio media vuelta para encarar a su amigo —. ¡Pero aquí es c-como un gatito! Un gatito algo agresivo… ¡Pero muy lindo!
Él comentó lo ideal que habría sido tener una cámara en ese momento, a lo que Ranko concordó encogiéndose de hombros. Asintió al escucharlo decir lo increíble que sería ver un cielo nocturno cubriendo el mar. Se le hizo interesante que un comentario, tan contemplativo, surgiera de la boca de un chico como Rōga. Por un instante quiso contarle del certamen de poesía en el cual había participado hacía meses, pero decidió callarlo.
El oleaje empapaba a Ranko hasta medio muslo constantemente, y su cabello se ampliaba como abanico a cada movimiento del viento.
—Pa… Parece que Ōnindo no tiene s-solo lugares hermosos, sino momentos hermosos. Creo —De repente apareció en su cabeza una chica con una luna menguante en su frente —. P-p-por cierto… Rōga-san me dijo q-que tenía un… Ahm… grupo d-de fans. P-pero Aotsuki Ayame-san me dijo que s-s-sólo es en el karaoke…
Ranko se cubrió la boca con una mano, no para intentar callarse, sino porque no quería que se le escapara una risita.
"Tal vez suene de mala gana, pero Rōga-san no debió de haber mentido, ¡Jum!"
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)