6/07/2019, 19:07
—¡Oh, ésa! —Ranko golpeó suavemente su palma izquierda con la base de su puño derecho —. Conozco ese jutsu. D-digo... Lo he visto. M-madre lo usa cuando entrenamos, pero… pero yo sigo sin poderlo usar. Creo q-que se… se me da mejor el patear.
Se imaginó entonces a un grupo de Rōgas, todos con instrumentos musicales diferentes, tocando en perfecta sincronía una balada sobre convertirse en estrellas. Ranko soltó una alegre risilla y aplaudió un par de veces.
—¡Sería genial no sólo ver a Rōga-san tocar, sino a todo un concierto de Rōgas! —La chica guardó silencio mientras él platicaba sobre aquella otra integrante de su clan, llamado Yotsuki —. ¿Vi.. vintage? ¿Rosado chinto? Suena… Suena a que es una persona energética, como Kuumi, mi hermana. Es algo… ahm… ¿Pesado? Para mí. ¡N-n-no digo que sean personas pesadas! E-es solo que… pues yo tengo un… ahm… ritmo, sí, un ritmo de vida diferente. ¡Espero que pronto descubras si es tu hermana!
Su reacción ante lo que Ayame había comentado no sorprendió a Ranko. Parecía molesto, aunque no de veras. Ranko acompañó el puchero de Rōga con una sonrisa amigable. Él le pidió una explicación sobre lo que la Amejin había dicho, pero pronto cambió de parecer y no le dio más importancia. Pronto surgió el King Rōga superconfiado que había quedado en la memoria de la Kusajin, aquél con la energía de un relámpago y el ego del sol.
Ranko se sintió inspirada.
—¡Me alegra que Rōga-san sea inquebrantable! E-es realmente algo pa-para admirar de ti... ¡Y s-sí! Me encontré con Aotsuki-san en Yachi, hace unas semanas. Es muy li-linda y muy amable. Me preguntó sobre otra chica d-de Kusagakure, pero… pero no sé de su paradero. Le prometí que intentaría encontrarla… —La kunoichi miró al horizonte también, con aire melancólico, pero pronto sonrió de nuevo. Dio un par de pasos más hacia el mar, hundiéndose unos centímetros más entre las olas —. ¿Sabes? C-creo que solo me he topado con ustedes dos. De Amegakure, qui-quiero decir. Q-quiero… Quiero descubrir más. Conocer más gente. S-superar mi problema. Mostrar lo fuerte que soy… Que seré. Alcanzar esa técnica q-que te mencioné en Unraikyo. E-estoy segura que… que me falta menos de la mitad del camino. Lo siento en mis músculos, en mi mente. ¡Cu-cuando llegue el momento…! ¡Cuando pueda ejecutarla, te m-mostraré mi técnica!
Con los ánimos al nivel de Rōga, Ranko lanzó una fuerte patada al aire, levantando un leve cortina de agua que humedeció el aire. Sentía que podría haber invertido la dirección de las olas, o mejor aún, que algún día lo lograría hacer de una patada.
Se imaginó entonces a un grupo de Rōgas, todos con instrumentos musicales diferentes, tocando en perfecta sincronía una balada sobre convertirse en estrellas. Ranko soltó una alegre risilla y aplaudió un par de veces.
—¡Sería genial no sólo ver a Rōga-san tocar, sino a todo un concierto de Rōgas! —La chica guardó silencio mientras él platicaba sobre aquella otra integrante de su clan, llamado Yotsuki —. ¿Vi.. vintage? ¿Rosado chinto? Suena… Suena a que es una persona energética, como Kuumi, mi hermana. Es algo… ahm… ¿Pesado? Para mí. ¡N-n-no digo que sean personas pesadas! E-es solo que… pues yo tengo un… ahm… ritmo, sí, un ritmo de vida diferente. ¡Espero que pronto descubras si es tu hermana!
Su reacción ante lo que Ayame había comentado no sorprendió a Ranko. Parecía molesto, aunque no de veras. Ranko acompañó el puchero de Rōga con una sonrisa amigable. Él le pidió una explicación sobre lo que la Amejin había dicho, pero pronto cambió de parecer y no le dio más importancia. Pronto surgió el King Rōga superconfiado que había quedado en la memoria de la Kusajin, aquél con la energía de un relámpago y el ego del sol.
Ranko se sintió inspirada.
—¡Me alegra que Rōga-san sea inquebrantable! E-es realmente algo pa-para admirar de ti... ¡Y s-sí! Me encontré con Aotsuki-san en Yachi, hace unas semanas. Es muy li-linda y muy amable. Me preguntó sobre otra chica d-de Kusagakure, pero… pero no sé de su paradero. Le prometí que intentaría encontrarla… —La kunoichi miró al horizonte también, con aire melancólico, pero pronto sonrió de nuevo. Dio un par de pasos más hacia el mar, hundiéndose unos centímetros más entre las olas —. ¿Sabes? C-creo que solo me he topado con ustedes dos. De Amegakure, qui-quiero decir. Q-quiero… Quiero descubrir más. Conocer más gente. S-superar mi problema. Mostrar lo fuerte que soy… Que seré. Alcanzar esa técnica q-que te mencioné en Unraikyo. E-estoy segura que… que me falta menos de la mitad del camino. Lo siento en mis músculos, en mi mente. ¡Cu-cuando llegue el momento…! ¡Cuando pueda ejecutarla, te m-mostraré mi técnica!
Con los ánimos al nivel de Rōga, Ranko lanzó una fuerte patada al aire, levantando un leve cortina de agua que humedeció el aire. Sentía que podría haber invertido la dirección de las olas, o mejor aún, que algún día lo lograría hacer de una patada.
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