8/07/2019, 17:32
Mei parecía divertirse con el enojo de Kuumi.
—Siendo honesta, sí. Tengo muy altas sospechas de que Ran-chan no está… siguiendo su propio albedrío, por decirlo así —La pelirroja rió al escuchar a la chica —. ¿Encanto natural? Claro, claro. ¿Así les llamas? —Apuntó a su pecho con el palillo. Kuumi lo asía con tanta fuerza que parecía que en cualquier momento saltaría sobre Mei para sacarle los ojos —. No negaré que eres muy bonita, pero realmente dudo que sea suficiente para encantar a Ran-chan. ¿Así consigues que te paguen cosas? ¿Atrayendo gente como una sirena? Quién sabe cuántas cosas más habrás hecho por dinero.
Sin embargo, cuando mencionó lo de ser amable y ayudarla, la tensión en su mano se disipó. Kuumi frunció bastante los labios, frustrada. Sintió que no tenía ya mucho terreno sobre el cual pararse. ¿Debería seguir atacándola? ¿Debería aceptar que Ranko decidió irse con una extraña muy amigable, por encima de su hermana? ¿Su propia hermana? No. No podía hacer eso.
Mei contraatacó con un golpe bajo, pues hizo una pregunta para ponerla en evidencia justo cuando Ranko, ataviada en un yukata azul oscuro con flores rosas y una toalla envolviendo su cabeza, salía del baño. Kuumi al fin apartó la mirada de Mei para colocarla sobre su hermana, a la vez que dejaba el palillo sobre la cama.
—¿D-desconfiar? —Ranko parecía confundida al inicio, pero unos segundos después le lanzó una mirada asesina a su hermana —. ¿Kuumi?
—N-no pasa nada. Ran-chan. —La pelirroja desvió la vista. La más alta se sorprendió de escuchar a la pequeña tartamudear. ¿Desde cuándo era Kuumi indecisa?
—M-Mei-san, ¿Q-qué pasa? ¿Te ha… Q-qué te ha dicho mi hermana?
—¡Nada! ¡No le he dicho nada! —mintió, alzando la voz.
Pero Ranko no apartó la mirada de Mei, esperando su respuesta. Su respiración se tensó, después de haberse relajado en la ducha. No quería que hubiese una confrontación de ningún tipo en aqella habitación.
—Siendo honesta, sí. Tengo muy altas sospechas de que Ran-chan no está… siguiendo su propio albedrío, por decirlo así —La pelirroja rió al escuchar a la chica —. ¿Encanto natural? Claro, claro. ¿Así les llamas? —Apuntó a su pecho con el palillo. Kuumi lo asía con tanta fuerza que parecía que en cualquier momento saltaría sobre Mei para sacarle los ojos —. No negaré que eres muy bonita, pero realmente dudo que sea suficiente para encantar a Ran-chan. ¿Así consigues que te paguen cosas? ¿Atrayendo gente como una sirena? Quién sabe cuántas cosas más habrás hecho por dinero.
Sin embargo, cuando mencionó lo de ser amable y ayudarla, la tensión en su mano se disipó. Kuumi frunció bastante los labios, frustrada. Sintió que no tenía ya mucho terreno sobre el cual pararse. ¿Debería seguir atacándola? ¿Debería aceptar que Ranko decidió irse con una extraña muy amigable, por encima de su hermana? ¿Su propia hermana? No. No podía hacer eso.
Mei contraatacó con un golpe bajo, pues hizo una pregunta para ponerla en evidencia justo cuando Ranko, ataviada en un yukata azul oscuro con flores rosas y una toalla envolviendo su cabeza, salía del baño. Kuumi al fin apartó la mirada de Mei para colocarla sobre su hermana, a la vez que dejaba el palillo sobre la cama.
—¿D-desconfiar? —Ranko parecía confundida al inicio, pero unos segundos después le lanzó una mirada asesina a su hermana —. ¿Kuumi?
—N-no pasa nada. Ran-chan. —La pelirroja desvió la vista. La más alta se sorprendió de escuchar a la pequeña tartamudear. ¿Desde cuándo era Kuumi indecisa?
—M-Mei-san, ¿Q-qué pasa? ¿Te ha… Q-qué te ha dicho mi hermana?
—¡Nada! ¡No le he dicho nada! —mintió, alzando la voz.
Pero Ranko no apartó la mirada de Mei, esperando su respuesta. Su respiración se tensó, después de haberse relajado en la ducha. No quería que hubiese una confrontación de ningún tipo en aqella habitación.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)