9/07/2019, 20:51
—Ahhhh. No te pareces mucho a ella, al menos no físicamente— sonrió. —¿A quién te pareces más de tu familia?— preguntó girando la cabeza.
Por el color de cabellos, notó que su melliza era mucho más similar a ella que a la propia Ranko. "Quizás ella es más a su padre." También estaba por ver si tenían un temperamento similar, aunque de todas formas cada persona termina siendo única independientemente de la crianza que halla tenido.
—Perdón, continuaré con lo que te estaba contando— Tosió y se cruzó nuevamente de brazos. —Yo, realmente creo que actué con mi corazón y no con la cabeza. Ni yo mismo sé cómo fue que peleé contra él exactamente.... El cementerio está cerca de la frontera entre el país de la tierra y el de la Tormenta. Es un sitio enorme donde están todas las tumbas de las víctimas que murieron tras el ataque del Gobi, al sur de lo que hoy es la Ciudad Fantasma— Explicó, aunque la castaña seguramente desconocía también de la ubicación de las ruinas, pero no tenía una manera mejor de explicarlo. —No me hizo daño, no dejé que me tocara. Aunque en algún momento saltó encima mía y casi me atraviesa el corazón con su espada. Te juro que sentí que todo pasó en cámara lenta. Bloqueé su caída con un kunai, pero el giró el arma para seguir con su trayectoria y casi me apuñala el pecho. Por suerte usé una de mis técnicas para mandarlo a volar lejos— Sacudió la cabeza. —Al final, mi compañero recuperó el control de su cuerpo y la chica volvió a salvo a su hogar. Pero...— La cara del Yotsuki se volvió sombría. —El Shinigami escapó.
»Poseyó el cuerpo del tipo que dejamos esposado tras interrogarlo. Por ello te digo que no era de este mundo, porque quemó las esposas supresoras de chakra cómo si nada.
El muchacho agachó la cabeza y cerró los ojos.
—Se supone que con nuestra información quizás enviarían a alguien que fuese capaz de detenerlo, pero en parte yo me quedé con la espina de que es algo que esta fuera de mis manos. Aunque cumplí mimisión de descubrir el misterio, sentí que se quedó inconcluso— Se acercó a Ranko y la vio con sus filosos ojos dorados. —Esa demonio está ahí, libre en algún lugar de Ōnindo.
Por el color de cabellos, notó que su melliza era mucho más similar a ella que a la propia Ranko. "Quizás ella es más a su padre." También estaba por ver si tenían un temperamento similar, aunque de todas formas cada persona termina siendo única independientemente de la crianza que halla tenido.
—Perdón, continuaré con lo que te estaba contando— Tosió y se cruzó nuevamente de brazos. —Yo, realmente creo que actué con mi corazón y no con la cabeza. Ni yo mismo sé cómo fue que peleé contra él exactamente.... El cementerio está cerca de la frontera entre el país de la tierra y el de la Tormenta. Es un sitio enorme donde están todas las tumbas de las víctimas que murieron tras el ataque del Gobi, al sur de lo que hoy es la Ciudad Fantasma— Explicó, aunque la castaña seguramente desconocía también de la ubicación de las ruinas, pero no tenía una manera mejor de explicarlo. —No me hizo daño, no dejé que me tocara. Aunque en algún momento saltó encima mía y casi me atraviesa el corazón con su espada. Te juro que sentí que todo pasó en cámara lenta. Bloqueé su caída con un kunai, pero el giró el arma para seguir con su trayectoria y casi me apuñala el pecho. Por suerte usé una de mis técnicas para mandarlo a volar lejos— Sacudió la cabeza. —Al final, mi compañero recuperó el control de su cuerpo y la chica volvió a salvo a su hogar. Pero...— La cara del Yotsuki se volvió sombría. —El Shinigami escapó.
»Poseyó el cuerpo del tipo que dejamos esposado tras interrogarlo. Por ello te digo que no era de este mundo, porque quemó las esposas supresoras de chakra cómo si nada.
El muchacho agachó la cabeza y cerró los ojos.
—Se supone que con nuestra información quizás enviarían a alguien que fuese capaz de detenerlo, pero en parte yo me quedé con la espina de que es algo que esta fuera de mis manos. Aunque cumplí mimisión de descubrir el misterio, sentí que se quedó inconcluso— Se acercó a Ranko y la vio con sus filosos ojos dorados. —Esa demonio está ahí, libre en algún lugar de Ōnindo.