11/07/2019, 03:46
"Maldita bestia." Aún con el cabezazo, la criatura le mantuvo agarrado y hasta logró tirar de él. Sin embargo. gracias a la tardía pero efectiva reacción de Ranko, bastó un solo patadón para que finalmente soltase la presa. "¿Pero qué?" Él rápidamente había retrocedido, adoptando su postura de combate para continuar con la pelea. Sin embargo, la continuación no llegó a darse ya que el monstruo resultó ser una persona normal.
—¿Ah?— Relajó la postura en cuanto vio que se trataba de la madre de Ranko, quién probablemente quiso jugarles una pesada broma. "Está igual de loca que mi mamá." Y eso que Iroha no era la más cuerda de las mujeres precisamente. Sus ojos se posaron sobre el busto de la mujer, el cual estaba un poco más expuesto de lo que debería. "Lobo, has cómo que no viste eso." De inmediato pasó su mirar al brazo faltante de la mujer. "Esperen, ¿cómo hizo los sellos si le falta un brazo?" Enarcó la ceja mientras la mujer se incorporaba con algo de dificultad, estando incluso sangrando de la nariz.
—Huh, un gusto, señora. Creo...— Giró su cabeza con curiosidad.
Notó que Ranko estaba algo incómoda, además que la mujer transmitía una presencia dominante. Sin embargo, el cachorro raramente se dejaba amedrentar por ello, por lo que no dudó ni un segundo en pasar a su parte de la presentación.
—Yo soy...— Estiró la pierna izquierda a lo largo, dejando un rastro por donde su pie se deslizó. Flexionó entonces la diestra, bajando su centro de gravedad. Estiró la mano derecha de forma lateral, con la palma al cielo, mientras la zurda la alzó de forma vertical para que quedase al nivel de su rostro, colocando los dedos medio y anular al centro de la palma de su mano junto al pulgar, formando la seña del rock. —...King Rōga~ Sostuvo su afilada y desafiante mirada, mientras parecía que algo de la brisa del océano complementaba su presentación desordenando sus cabellos, a la vez que el sonido de una ola al romper sonó cuando pronunció su nombre.
Luego de la escena de película, el muchacho pegó un salto y recuperó su postura erguida, cruzándose de brazos.
—Oiga señora eso fue peligroso. Si hubiésemos usado técnicas más fuertes podría haber resultado muy lastimada, ¡mire cómo le dejó la nariz su hija!— Señaló con la mano izquierda a Komachi y con la diestra a Ranko. No tenía pelos en la lengua para dar su opinión.
"Menos mal no usé el Superman Punch, pudo resultar en tragedia." Suspiró mientras volvía a su postura normal.
—¿Ah?— Relajó la postura en cuanto vio que se trataba de la madre de Ranko, quién probablemente quiso jugarles una pesada broma. "Está igual de loca que mi mamá." Y eso que Iroha no era la más cuerda de las mujeres precisamente. Sus ojos se posaron sobre el busto de la mujer, el cual estaba un poco más expuesto de lo que debería. "Lobo, has cómo que no viste eso." De inmediato pasó su mirar al brazo faltante de la mujer. "Esperen, ¿cómo hizo los sellos si le falta un brazo?" Enarcó la ceja mientras la mujer se incorporaba con algo de dificultad, estando incluso sangrando de la nariz.
—Huh, un gusto, señora. Creo...— Giró su cabeza con curiosidad.
Notó que Ranko estaba algo incómoda, además que la mujer transmitía una presencia dominante. Sin embargo, el cachorro raramente se dejaba amedrentar por ello, por lo que no dudó ni un segundo en pasar a su parte de la presentación.
—Yo soy...— Estiró la pierna izquierda a lo largo, dejando un rastro por donde su pie se deslizó. Flexionó entonces la diestra, bajando su centro de gravedad. Estiró la mano derecha de forma lateral, con la palma al cielo, mientras la zurda la alzó de forma vertical para que quedase al nivel de su rostro, colocando los dedos medio y anular al centro de la palma de su mano junto al pulgar, formando la seña del rock. —...King Rōga~ Sostuvo su afilada y desafiante mirada, mientras parecía que algo de la brisa del océano complementaba su presentación desordenando sus cabellos, a la vez que el sonido de una ola al romper sonó cuando pronunció su nombre.
Luego de la escena de película, el muchacho pegó un salto y recuperó su postura erguida, cruzándose de brazos.
—Oiga señora eso fue peligroso. Si hubiésemos usado técnicas más fuertes podría haber resultado muy lastimada, ¡mire cómo le dejó la nariz su hija!— Señaló con la mano izquierda a Komachi y con la diestra a Ranko. No tenía pelos en la lengua para dar su opinión.
"Menos mal no usé el Superman Punch, pudo resultar en tragedia." Suspiró mientras volvía a su postura normal.