14/07/2019, 03:50
El Yotsuki simplemente sonrió y escuchó las palabras de la mujer hasta que esta se zambulló en las aguas y despaareció de su vista de nuevo. "Se nota que es muy orgullosa de sí misma y de toda su familia" Fue la impresión final que se quedó grabada de ella. "Al final de cuentas todos queremos demostrar lo que sabemos que valemos." Volvió su mirada a Ranko, la cuál permaneció unos segundos en silencio tras la partida de Komachi, probablemente sin saber que decir exactamente.
—A mí me parece que tu mamá es muy buena persona, pues no te sobre protege en exceso. Tiene mucha confianza y esperanza en ti— Enseño su hilera de dientes. —No tienes absolutamente nada por lo qué disculparte, descuida— Remató siendo honesto.
Al parecer, Ranko también tenía incertidumbre sobre sus propias habilidades, mencionando que había cosas en las que no destacaba en lo absoluto.
—Bueno, yo soy del pensar que todos tenemos nuestros puntos débiles sea cuál sea. Incluso alguien tan inteligente, apuesto y bondadoso cómo yo tiene sus defectos. Pero soy humilde y sé reconocerlos— Se cruzó de brazos y miró al océano. —Seré honesto, parece que tengo una innata ineptitud para las técnicas de sellado, probablemente heredada de mi mamá. A pesar de que he visto las fantásticas cosas que pueden hacerse con el Fūinjutsu, por más que intenté estudiarlo jamás de los jamases conseguí nada— Cerró los ojos y asintió con la cabeza. —Pero bueno, me conformo con ser casi perfecto~ Le guinó el ojo a la kunoichi. —Habrá puertas que se cerrarán, pero siempre puedes colarte por la ventana. Nadie es invencible en el mundo, pero siempre puedes buscar las maneras de compensar tus puntos débiles de otras maneras, aunque esto no necesariamente signifique que desaparezcan. Simplemente, que has encontrado algo en lo que si eres buena y puedes destacar mejor que nadie más. Todos tienen algo especial— Sentenció alegre.
—A mí me parece que tu mamá es muy buena persona, pues no te sobre protege en exceso. Tiene mucha confianza y esperanza en ti— Enseño su hilera de dientes. —No tienes absolutamente nada por lo qué disculparte, descuida— Remató siendo honesto.
Al parecer, Ranko también tenía incertidumbre sobre sus propias habilidades, mencionando que había cosas en las que no destacaba en lo absoluto.
—Bueno, yo soy del pensar que todos tenemos nuestros puntos débiles sea cuál sea. Incluso alguien tan inteligente, apuesto y bondadoso cómo yo tiene sus defectos. Pero soy humilde y sé reconocerlos— Se cruzó de brazos y miró al océano. —Seré honesto, parece que tengo una innata ineptitud para las técnicas de sellado, probablemente heredada de mi mamá. A pesar de que he visto las fantásticas cosas que pueden hacerse con el Fūinjutsu, por más que intenté estudiarlo jamás de los jamases conseguí nada— Cerró los ojos y asintió con la cabeza. —Pero bueno, me conformo con ser casi perfecto~ Le guinó el ojo a la kunoichi. —Habrá puertas que se cerrarán, pero siempre puedes colarte por la ventana. Nadie es invencible en el mundo, pero siempre puedes buscar las maneras de compensar tus puntos débiles de otras maneras, aunque esto no necesariamente signifique que desaparezcan. Simplemente, que has encontrado algo en lo que si eres buena y puedes destacar mejor que nadie más. Todos tienen algo especial— Sentenció alegre.