15/07/2019, 18:20
Rōga no pudo evitar reír, más no porque se estuviese burlando sino porque le alegraba que la chica se envalentonase y mostrase orgullo por su condición física que tanto había trabajado y labrado junto a ese arte marcial que ella practicaba. "Es bueno oírla tan animada." Sonrió de forma condescendiente. Pese a que muchos dirían que dos personas tan opuestas tendrían problemas para forjar una amistad, por alguna razón congeniaban bien. Era cómo si los logros de ella también fuesen suyos.
Fue entonces cuando la kunoichi sacó el tema de su conducta, siendo esta la principal barrera que tenía para socializar con otras personas. Él se llevó la mano al mentón y meditó. Realmente la muchacha a pesar de tenerle un poco más de confianza con él, seguía tartamudeando, además de que en ocasiones le costaba expresar lo que sentía. "Esto es más complicado." No era cómo las debilidades físicas que podías entrenar para solventarlas. El comportamiento de una persona era algo enrevesado y difícil de manejar, incluso para él.
—Supongo que eres tímida por naturaleza— Afirmó a secas. —Aunque si de verdad quieres cambiar eso, está en tu voluntad esforzarte para abrirte a las demás personas— Comentó mientras se acomodaba el fleco con la mano. —En mi caso, siempre he visto que algunas personas no dicen lo que piensan o no son sinceras por miedo al qué dirán. Cómo te dije hace un rato, yo soy honesto porque quiero que la gente me conozca cómo realmente soy. Aunque también se actuar si me lo propongo, no sé, supongo que soy un artista nato— se ufanó. —Tal vez si eres más específica sobre lo que te incomoda al hablar con extraños, quizás podría aconsejarte de algún modo.
Fue entonces, que la muchacha mencionó algo que hizo al Yotsuki alzar la ceja con gesto dubitativo, llegando a abrir un poco la boca sin llegar a responder de inmediato. "¿Las Ocho Puertas?" Reflexionó, tratando de hacer memoria sobre si Kurozuchi o Shishio le habían mencionado algo al respecto, pero al menos no logró relacionarlo a nada de forma inmediata.
—Para nada, ¿de qué se trata?— se acercó a ella, aunque por la diferencia de altura el agua le cubría bastante más a él.
Fue entonces cuando la kunoichi sacó el tema de su conducta, siendo esta la principal barrera que tenía para socializar con otras personas. Él se llevó la mano al mentón y meditó. Realmente la muchacha a pesar de tenerle un poco más de confianza con él, seguía tartamudeando, además de que en ocasiones le costaba expresar lo que sentía. "Esto es más complicado." No era cómo las debilidades físicas que podías entrenar para solventarlas. El comportamiento de una persona era algo enrevesado y difícil de manejar, incluso para él.
—Supongo que eres tímida por naturaleza— Afirmó a secas. —Aunque si de verdad quieres cambiar eso, está en tu voluntad esforzarte para abrirte a las demás personas— Comentó mientras se acomodaba el fleco con la mano. —En mi caso, siempre he visto que algunas personas no dicen lo que piensan o no son sinceras por miedo al qué dirán. Cómo te dije hace un rato, yo soy honesto porque quiero que la gente me conozca cómo realmente soy. Aunque también se actuar si me lo propongo, no sé, supongo que soy un artista nato— se ufanó. —Tal vez si eres más específica sobre lo que te incomoda al hablar con extraños, quizás podría aconsejarte de algún modo.
Fue entonces, que la muchacha mencionó algo que hizo al Yotsuki alzar la ceja con gesto dubitativo, llegando a abrir un poco la boca sin llegar a responder de inmediato. "¿Las Ocho Puertas?" Reflexionó, tratando de hacer memoria sobre si Kurozuchi o Shishio le habían mencionado algo al respecto, pero al menos no logró relacionarlo a nada de forma inmediata.
—Para nada, ¿de qué se trata?— se acercó a ella, aunque por la diferencia de altura el agua le cubría bastante más a él.