16/07/2019, 21:02
(Última modificación: 17/07/2019, 04:14 por King Roga. Editado 2 veces en total.
Razón: Si much redaction fails
)
Poco a poco, Rōga estaba comprendiendo mejor lo que Ranko le estaba queriendo decir respecto a aquel misterioso arte. "Ah, debe tratarse de un Hijutsu, sólo que no pertenece a ningún linaje en especial. Bueno, en la práctica, las artes de los Yotsuki también podrían ser enseñadas, aunque eso le quitaría su categoría de secreto. Sin embargo, según lo que dice ella parece que no hay un clan en específico que se dedique a practicar ese estilo." Sin embargo, cuando Ranko fue mencionando poco a poco las implicaciones que traía consigo aquel poder, el Yotsuki se turbó en sobremanera.
—Acaso... ¿¡Acaso es un Kinjutsu!?— En raras ocasiones ibas a verlo preocupado, y esa momento no era una de esos. No, no estaba alarmado, estaba totalmente consternado al escuchar aquello.
Estuvo atento, callado por unos instantes. Raramente se pensaba lo que iba a decir, pero en ese momento tuvo que reflexionar sobre las palabras a utilizar porque por una vez, estaba en desacuerdo con la chica.
—Pero, ¿a que precio?— Vio aquella triste añoranza en los ojos de la kunoichi, pero esta vez él no podía compartir ese sentimiento o asimilarlo. —Cuando me dijiste que querías mostrar lo fuerte que eras, jamás me imagine algo tan radical cómo eso— Tenía las cejas alzadas y curvadas como un cachorrito triste. —Es, es arriesgado cómo tú misma lo dijiste. Y a mí no me gustaría que en algún momento terminases herida o quizás muerta por querer romper esos límites— Extendió ambos brazos.
»Una cosa es jugarse la vida siendo shinobi, pero otra es exigirse de esa manera a sí mismo. Perdón, pero, pero no puedo entenderlo.
Negó varias veces con la cabeza mientras la imagen de su abuelo venía a su mente, condenado a nunca más luchar por una herida que fue un error. ¿Cómo Ranko se arriesgaba a buscar algo tan peligroso por su propia cuenta? Le parecía una total locura.
—Acaso... ¿¡Acaso es un Kinjutsu!?— En raras ocasiones ibas a verlo preocupado, y esa momento no era una de esos. No, no estaba alarmado, estaba totalmente consternado al escuchar aquello.
Estuvo atento, callado por unos instantes. Raramente se pensaba lo que iba a decir, pero en ese momento tuvo que reflexionar sobre las palabras a utilizar porque por una vez, estaba en desacuerdo con la chica.
—Pero, ¿a que precio?— Vio aquella triste añoranza en los ojos de la kunoichi, pero esta vez él no podía compartir ese sentimiento o asimilarlo. —Cuando me dijiste que querías mostrar lo fuerte que eras, jamás me imagine algo tan radical cómo eso— Tenía las cejas alzadas y curvadas como un cachorrito triste. —Es, es arriesgado cómo tú misma lo dijiste. Y a mí no me gustaría que en algún momento terminases herida o quizás muerta por querer romper esos límites— Extendió ambos brazos.
»Una cosa es jugarse la vida siendo shinobi, pero otra es exigirse de esa manera a sí mismo. Perdón, pero, pero no puedo entenderlo.
Negó varias veces con la cabeza mientras la imagen de su abuelo venía a su mente, condenado a nunca más luchar por una herida que fue un error. ¿Cómo Ranko se arriesgaba a buscar algo tan peligroso por su propia cuenta? Le parecía una total locura.