25/07/2019, 20:25
Ranko se sonrojó de nuevo, alzando las cejas con expresión preocupada.
Komachi soltó una risita silenciosa, cubierta por sus dedos.
Kuumi entrecerró los ojos y torció la boca, sin entender por qué el peliazul había hecho tal maniobra sólo para darle la mano a su padre.
Kizaemon miró a Rōga con total seriedad e interés, aceptando aquello como un saludo válido.
—Oh ¡curioso! Tu apellido no me es conocido. Suena tan poco tradicional, ¡fascinante! ¿De dónde vienes, joven?
—De Amegakure, cariño —A la mujer se le hacía gracioso que ésa fuese también la primera pregunta que su esposo le hiciera a Rōga. Le hizo una seña a uno de los sirvientes, quien se apresuró a entregarle una toalla, con la cual comenzó a secarse —. Gracias. Sus ancestros eran de Kumogakure.
—Sí, sí, mucho gusto. —Kuumi se hizo con una toalla al igual que su madre, solo para tomar un sándwich de una canasta y darle un bocado. No parecía interesarle mucho aquel chico peliazul, aunque no le quitaba los ojos de encima.
Su padre, por el contrario, abrió los ojos como platos, visiblemente emocionado.
—¿¿Eeh?? ¿¡Tu sangre viene de la antigua y caída Kumogakure!? ¡Magnífico! ¡Cuéntame sobre ello!
Ranko sospechaba que su padre no desaprovecharía la oportunidad de obtener conocimientoa sobre alguien de ascendencia así. ¡Podría presumirla en su próxima reunión social! Ranko ya se lo imaginaba: "Y conocí a un noble de linaje antiguo, el cual databa de la era de los Raikages…" Suspiró, y entendió por la reacción de Kizaemon que Rōga estaba invitado a comer.
—P-puedes… Puedes servirte —Ranko hizo un tímido gesto con su mano, indicándole al peliazul que el almuerzo estaba disponible para él también —. S-si gustas, Rōga-san.
Komachi se sentó al lado de su esposo, mientras que Ranko permanecería de pie cerca del Amejin, esperando ver si se sentaba o no.
Komachi soltó una risita silenciosa, cubierta por sus dedos.
Kuumi entrecerró los ojos y torció la boca, sin entender por qué el peliazul había hecho tal maniobra sólo para darle la mano a su padre.
Kizaemon miró a Rōga con total seriedad e interés, aceptando aquello como un saludo válido.
—Oh ¡curioso! Tu apellido no me es conocido. Suena tan poco tradicional, ¡fascinante! ¿De dónde vienes, joven?
—De Amegakure, cariño —A la mujer se le hacía gracioso que ésa fuese también la primera pregunta que su esposo le hiciera a Rōga. Le hizo una seña a uno de los sirvientes, quien se apresuró a entregarle una toalla, con la cual comenzó a secarse —. Gracias. Sus ancestros eran de Kumogakure.
—Sí, sí, mucho gusto. —Kuumi se hizo con una toalla al igual que su madre, solo para tomar un sándwich de una canasta y darle un bocado. No parecía interesarle mucho aquel chico peliazul, aunque no le quitaba los ojos de encima.
Su padre, por el contrario, abrió los ojos como platos, visiblemente emocionado.
—¿¿Eeh?? ¿¡Tu sangre viene de la antigua y caída Kumogakure!? ¡Magnífico! ¡Cuéntame sobre ello!
Ranko sospechaba que su padre no desaprovecharía la oportunidad de obtener conocimientoa sobre alguien de ascendencia así. ¡Podría presumirla en su próxima reunión social! Ranko ya se lo imaginaba: "Y conocí a un noble de linaje antiguo, el cual databa de la era de los Raikages…" Suspiró, y entendió por la reacción de Kizaemon que Rōga estaba invitado a comer.
—P-puedes… Puedes servirte —Ranko hizo un tímido gesto con su mano, indicándole al peliazul que el almuerzo estaba disponible para él también —. S-si gustas, Rōga-san.
Komachi se sentó al lado de su esposo, mientras que Ranko permanecería de pie cerca del Amejin, esperando ver si se sentaba o no.
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