29/07/2019, 20:34
Kumokichi avanzó sin prisa, pero sin pausa, hasta que finalmente estábamos fuera del cilindro de la muerte o como le queráis llamar. El caso es que volvíamos a estar en el lugar en el que había las estatuas con formas de distintos animales, cada cual con más colas y Ayame no dejaba de mirarlas, pero al interrumpirla, ladeó el rostro, incrédula. Aunque todo aquello era demasiado extraño, estaba demasiado rara...
—Yo no soy Ayame, así que no le debo nada
Vale, muy bien. supongamos que estaba en lo cierto, que no era Ayame. Lo que era una obviedad es que ese si que era el cuerpo de Ayame.
Me he encontrado con humanos irrespetuosos y maleducados, pero hasta ahora no había visto a ninguno tan mal malhablado
Pude sentir la tensión en el cuerpo de Kumokichi. Posé mi mano es su espalda.
— Vamos, vamos, cálmate. Solo estamos hablando. Además, me ha perdonado la vida hace un ratito. — y se calmó, relajando toda su musculatura — Eso es, eso es. Todo controlado, mi querida Kumokichi-chan.
Un par de palmadas más y una nueva mirada a lo que nos rodeaba. Igual que Ayame o lo que mierdas fuese aquello, que deambulaba por la zona, buscando una más que probable salida que por ahora no teníamos ubicada ni el uno ni el otro.
— Bien, bien... Supongamos que no eres Ayame. No me podrás negar que estás usando el cuerpo de Ayame, ¿eh? Y si, ya sé que no soy una persona con las mejores formas del mundo, no soy tan in genuo. Pero soy alguien leal y le prometí a Ayame que la ayudaría a salir de aquí. A cualquier precio. y eso es lo que voy a hacer. Así que me temo que debo pedirte, por favor, que cooperemos para que el cuerpo de Ayame pueda salir de aquí y regresar a Amegakure
Le di un golpecito a Kumokichi para que se acercase hasta la zona de esa cosa.
— ¿Trato?
—Yo no soy Ayame, así que no le debo nada
Vale, muy bien. supongamos que estaba en lo cierto, que no era Ayame. Lo que era una obviedad es que ese si que era el cuerpo de Ayame.
Me he encontrado con humanos irrespetuosos y maleducados, pero hasta ahora no había visto a ninguno tan mal malhablado
Pude sentir la tensión en el cuerpo de Kumokichi. Posé mi mano es su espalda.
— Vamos, vamos, cálmate. Solo estamos hablando. Además, me ha perdonado la vida hace un ratito. — y se calmó, relajando toda su musculatura — Eso es, eso es. Todo controlado, mi querida Kumokichi-chan.
Un par de palmadas más y una nueva mirada a lo que nos rodeaba. Igual que Ayame o lo que mierdas fuese aquello, que deambulaba por la zona, buscando una más que probable salida que por ahora no teníamos ubicada ni el uno ni el otro.
— Bien, bien... Supongamos que no eres Ayame. No me podrás negar que estás usando el cuerpo de Ayame, ¿eh? Y si, ya sé que no soy una persona con las mejores formas del mundo, no soy tan in genuo. Pero soy alguien leal y le prometí a Ayame que la ayudaría a salir de aquí. A cualquier precio. y eso es lo que voy a hacer. Así que me temo que debo pedirte, por favor, que cooperemos para que el cuerpo de Ayame pueda salir de aquí y regresar a Amegakure
Le di un golpecito a Kumokichi para que se acercase hasta la zona de esa cosa.
— ¿Trato?
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa