3/08/2019, 18:20
Ahora fue Komachi quien rió. Fue una risa animada, amistosa, de quien acepta un reto de buena manera.
—Rōga-kun, hasta los estilos más caóticos tienen algo de belleza. ¡Estoy ansiosa por verlo!
—¡Magnífico! ¡Pues estoy seguro de que nuestra Ranko podrá resistirlo muy bien! ¡Comamos, entonces!
Aunque no quisiera, Ranko sentiría su interior agitarse, con espíritu ansioso de pelea. Siguió comiendo, intentando no pasarse demasiado para no acalambrarse después.
Una vez acabada la comida del almuerzo (pues Kizaemon había ya separado una merienda para pasada la tarde), y habiendo descansado un buen rato y platicado un montón, Ranko se puso de pie.
—¿Listo, Rōga-san? —La kunoichi se estiraba y calentaba, preparándose. Si el chico asentía, ella se alejaría algunos metros de su familia. El sol había pasado ya su punto más alto, y la temperatura de la arena comenzaba a descender lentamente.
Los esposos Sagisō se acomodaron uno al lado del otro, mientras que Kuumi se levantó. Iría un poco antes de Ranko, entre ella y el peliazul, para fungir de árbitro inicial.
—Será genial verte combatir en tercera persona, Ran-chan. A ver qué puedes hacer, Rōga.
—Gracias, Kuu-chan.
A este punto, la pena de Ranko había sido sustituida por sus fuertes ánimos de combatir. ¡Una pelea amistosa, muchas habilidades que mostrar y mucha experiencia que ganar! Sólo faltaría qe Rōga se preparase y que Kuumi hiciese la señal.
Y el Conejo y el Lobo se enfrentarían de nuevo, no entre rocas y lagos, sino bajo el sol, entre la arena.
—Rōga-kun, hasta los estilos más caóticos tienen algo de belleza. ¡Estoy ansiosa por verlo!
—¡Magnífico! ¡Pues estoy seguro de que nuestra Ranko podrá resistirlo muy bien! ¡Comamos, entonces!
Aunque no quisiera, Ranko sentiría su interior agitarse, con espíritu ansioso de pelea. Siguió comiendo, intentando no pasarse demasiado para no acalambrarse después.
Una vez acabada la comida del almuerzo (pues Kizaemon había ya separado una merienda para pasada la tarde), y habiendo descansado un buen rato y platicado un montón, Ranko se puso de pie.
—¿Listo, Rōga-san? —La kunoichi se estiraba y calentaba, preparándose. Si el chico asentía, ella se alejaría algunos metros de su familia. El sol había pasado ya su punto más alto, y la temperatura de la arena comenzaba a descender lentamente.
Los esposos Sagisō se acomodaron uno al lado del otro, mientras que Kuumi se levantó. Iría un poco antes de Ranko, entre ella y el peliazul, para fungir de árbitro inicial.
—Será genial verte combatir en tercera persona, Ran-chan. A ver qué puedes hacer, Rōga.
—Gracias, Kuu-chan.
A este punto, la pena de Ranko había sido sustituida por sus fuertes ánimos de combatir. ¡Una pelea amistosa, muchas habilidades que mostrar y mucha experiencia que ganar! Sólo faltaría qe Rōga se preparase y que Kuumi hiciese la señal.
Y el Conejo y el Lobo se enfrentarían de nuevo, no entre rocas y lagos, sino bajo el sol, entre la arena.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)