13/08/2019, 00:51
Abajo en el restaurante, todo brillaba con pulcritud. Los manteles blancos, el piso de mármol, las columnas talladas con motivos de seres femeninos místicos. Todo el personal estaba uniformado, mientras lo candelabros dorados a lo largo del salón iluminaban la estancia de manera que no faltara luz pero que tampoco encandilara a los presentes, dándole un toque elegante al sitio. Era privado, únicamente para los huéspedes del hotel, por lo que todos los presentes vestían sus mejores y más finas galas.
Había parejas, familias, raramente alguien se le veía en solitario. Probablemente la mayoría de ahí eran turistas que venían de otras naciones a pasar un buen rato en Kasukami.
Muchas mesas estaban desocupadas, por lo que no les sería difícil encontrar un sitio para tomar asiento.
Entre tanto, algunos de los botones fueron rápidamente a la puerta cuando alguien más entró al restaurante por la puerta frontal. Se traba de una mujer de cabellera negra y vestido negro de escote cruzado, portaba una pipa con forma de dragón y un tatuaje de grulla en su pierna. De inmediato, incluso el chef salió de la cocina a recibirla. La mujer iba escoltada por dos guardias femeninas altas en traje negro y lentes oscuros, que les indicaron a los trabajadores que no se acercaran demasiado. La misteriosa fémina de ojos miel pareció intercambiar algunas palabras con el chef, con gesto de tedio.
Había parejas, familias, raramente alguien se le veía en solitario. Probablemente la mayoría de ahí eran turistas que venían de otras naciones a pasar un buen rato en Kasukami.
Muchas mesas estaban desocupadas, por lo que no les sería difícil encontrar un sitio para tomar asiento.
Entre tanto, algunos de los botones fueron rápidamente a la puerta cuando alguien más entró al restaurante por la puerta frontal. Se traba de una mujer de cabellera negra y vestido negro de escote cruzado, portaba una pipa con forma de dragón y un tatuaje de grulla en su pierna. De inmediato, incluso el chef salió de la cocina a recibirla. La mujer iba escoltada por dos guardias femeninas altas en traje negro y lentes oscuros, que les indicaron a los trabajadores que no se acercaran demasiado. La misteriosa fémina de ojos miel pareció intercambiar algunas palabras con el chef, con gesto de tedio.