13/08/2019, 21:04
(Última modificación: 13/08/2019, 23:08 por Aburame Mei. Editado 1 vez en total.)
El firmamento nos regalaba un hermoso cuadro lleno de matices rojizos y naranjas que se iba perdiendo para dar lugar a el azul oscuro, reino de la noche, era un atardecer perfecto, ninguna rompió la magia del silencio hasta que llegamos a la posada. La mirada del recepcionista no fue la única con desaprobación, en la calle alguna que otra persona se nos habría quedando viendo más de lo normal, aunque la de él fue la más descarada, aparentemente Ranko no se dio cuenta de las demás o simplemente no le importó.
La Coneja fue la primera en ducharse, le cedí el lugar así que esperé plácidamente mi turno mientras sentía como ropa seguía empegostada a mi piel, no tardó mucho en aparecer vistiendo aquella bata gruesa y blanca que transmitía pulcritud y yo no dudé en ingresar nuevamente a la ducha.
«Que rico, muero por probar las termas» me dije al sentir como el agua caliente borraba todo rastro de impureza de mi. No duré demasiado tiempo, quería relajarme totalmente en alguna de las termas aromáticas.
—¿M-Mei-san? ¿E-estaría bien pasar di… directamente a las termas? S-sé que había dicho que quería probar las otras áreas, p-pero… Creo que n-nos caería mejor… ahm… Las aguas termales. Creo.
—Ya se me había olvidado eso— me había puesto la misma vestimenta que la ves anterior que salí del baño —. Las termas estarán bien, tengo ansias de entrar y también de comer algo, ya se me abrió el apetito jajaja— reí apenada —. Pero eso sí, primero lo primero— y lo primero eran las termas, evidentemente.
Saldríamos de la habitación y entonces descenderíamos por las escaleras y giraríamos en dirección a las termas siguiendo la señalización hacia los baños de mujeres, una vez ahí veríamos que se mantenía la infraestructura tradicional con adornos y muebles de madera, puertas corredizas y demás enseres habituales. Después de dejáramos nuestras pertenencias en la estancia previa, veríamos que el exterior era amplio, el suelo era empedrado y habían pequeñas zonas verdes cubiertas de flores y fuentes, nada más salir veríamos un tres de las termas y las caminaderas seguramente anunciaban que posiblemente habría otra.
—¿A cual entramos primero?— consulté.
La Coneja fue la primera en ducharse, le cedí el lugar así que esperé plácidamente mi turno mientras sentía como ropa seguía empegostada a mi piel, no tardó mucho en aparecer vistiendo aquella bata gruesa y blanca que transmitía pulcritud y yo no dudé en ingresar nuevamente a la ducha.
«Que rico, muero por probar las termas» me dije al sentir como el agua caliente borraba todo rastro de impureza de mi. No duré demasiado tiempo, quería relajarme totalmente en alguna de las termas aromáticas.
—¿M-Mei-san? ¿E-estaría bien pasar di… directamente a las termas? S-sé que había dicho que quería probar las otras áreas, p-pero… Creo que n-nos caería mejor… ahm… Las aguas termales. Creo.
—Ya se me había olvidado eso— me había puesto la misma vestimenta que la ves anterior que salí del baño —. Las termas estarán bien, tengo ansias de entrar y también de comer algo, ya se me abrió el apetito jajaja— reí apenada —. Pero eso sí, primero lo primero— y lo primero eran las termas, evidentemente.
Saldríamos de la habitación y entonces descenderíamos por las escaleras y giraríamos en dirección a las termas siguiendo la señalización hacia los baños de mujeres, una vez ahí veríamos que se mantenía la infraestructura tradicional con adornos y muebles de madera, puertas corredizas y demás enseres habituales. Después de dejáramos nuestras pertenencias en la estancia previa, veríamos que el exterior era amplio, el suelo era empedrado y habían pequeñas zonas verdes cubiertas de flores y fuentes, nada más salir veríamos un tres de las termas y las caminaderas seguramente anunciaban que posiblemente habría otra.
—¿A cual entramos primero?— consulté.
Hablo (Aquamarine)
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga
«Pienso»
Akito (Teal)
Naoko (Lightcoral)
Avatar patrocinado por Rōga