16/08/2019, 02:17
Komachi se había referido al Raiton, aunque Rōga confesó que también se había limitado en el primer golpe del combate. Alzó las cejas e intercambió miradas con su esposo.
—Es un sentimiento noble, Rōga-kun, y lo agradecemos. Pero la lástima hiere más que una guillotina. Apuesto a que Ranko hubiese preferido quedar noqueada con un sólo movimiento tuyo, con el más poderoso, a haber tardado dos horas en caer a sabiendas que no se enfrentaba a tu versión más fuerte.
Ranko sólo apretó los labios. No podía decir que sí, pero tampoco que no. Su mirada desbordaba decepción, no para con Rōga, sino para sí misma.
—¡Pero ya ha pasado! —habló Kizaemon. Al igual que con el Amejin, un sirviente acercó un vaso con bebida a Ranko, quien lo tomó con suma lentitud —. Siempre que se aprenda de algo, ninguna experiencia es en vano. Ranko se recuperará y entrenará y se hará mejor. Y podrá ponerse a prueba de nuevo con King Rōga-kun, de Amegakure y Kumogakure. Si así lo desean, claro. —Rió un poco antes de acabar su bebida.
La kunoichi alta miró a Rōga, aunque parecía querer apartar los ojos de él.
—N-no te preocupes, Rōga-san. Lo último que quisiera e-es que te incomode lo que dice madre. Habrá… Habrá otros combates. ¿No? —La sonrisa que le regaló fue melancólica.
—Es un sentimiento noble, Rōga-kun, y lo agradecemos. Pero la lástima hiere más que una guillotina. Apuesto a que Ranko hubiese preferido quedar noqueada con un sólo movimiento tuyo, con el más poderoso, a haber tardado dos horas en caer a sabiendas que no se enfrentaba a tu versión más fuerte.
Ranko sólo apretó los labios. No podía decir que sí, pero tampoco que no. Su mirada desbordaba decepción, no para con Rōga, sino para sí misma.
—¡Pero ya ha pasado! —habló Kizaemon. Al igual que con el Amejin, un sirviente acercó un vaso con bebida a Ranko, quien lo tomó con suma lentitud —. Siempre que se aprenda de algo, ninguna experiencia es en vano. Ranko se recuperará y entrenará y se hará mejor. Y podrá ponerse a prueba de nuevo con King Rōga-kun, de Amegakure y Kumogakure. Si así lo desean, claro. —Rió un poco antes de acabar su bebida.
La kunoichi alta miró a Rōga, aunque parecía querer apartar los ojos de él.
—N-no te preocupes, Rōga-san. Lo último que quisiera e-es que te incomode lo que dice madre. Habrá… Habrá otros combates. ¿No? —La sonrisa que le regaló fue melancólica.
Pensamientos (Plum) ✧ Diálogos (PaleVioletRed)