16/08/2019, 02:50
"¡Pero joder! Tampoco podía venir y cercenarle el brazo..." Quiso defenderse en sus palabras, aunque el daño ya estaba hecho y la kunoichi se miraba muy afligida. Su intención de no lastimarla físicamente se volvió un una herida emocional para ella que a decir verdad, le sentaba muchísimo peor. "¡Kuchiuuuuuu!" Su mirada se miraba arrepentida y sus labios no podían alzarse, ni siquiera ante la despreocupación de Kizaemon o la sonrisa triste de Ranko.
—Sorry. Tú mamá tiene razón y lo lamento mucho, más porque te dije que iba a esforzarme. No me gusta faltar a mi palabra pero tampoco quería ser cruel contigo— Agachó un poco la cabeza pero sostuvo el contacto visual aunque fuese con sus ojos de perro a medio morir. —La próxima vez voy a enmendarlo con un combate más digno.
—Sorry. Tú mamá tiene razón y lo lamento mucho, más porque te dije que iba a esforzarme. No me gusta faltar a mi palabra pero tampoco quería ser cruel contigo— Agachó un poco la cabeza pero sostuvo el contacto visual aunque fuese con sus ojos de perro a medio morir. —La próxima vez voy a enmendarlo con un combate más digno.