18/08/2019, 19:26
Un escalofrío recorrió la espalda de Ranko al escuchar que los bichos vivían dentro de Mei. En primera instancia imaginó algo totalmente grotesco, salido de una historia de terror. Sin embargo, no tardó en caer en cuenta de que no era tal cosa: la chica había usado los insectos en combate, y Ranko ni siquiera se había dado cuenta de dónde habían salido. No había señales de huevecillos saliendo de granos purulentos o de arañas rompiendo el esternón de la chica al salir. No había sido para nada asqueroso, aparte de las picaduras, claro. Además, no se notaba repercusión alguna en el cuerpo de la Uzujin.
"N-NO ES QUE ME FIJE MUCHO EN SU CUERPO, POR SUPUESTO" pensó, como si lo hubiese dicho en voz alta o si Mei pudiese leer su mente. Después de un ratito más, habló al fin.
—N-no soy muy fan de los insectos. ¡P-pero están bien! Digo, no conozco los de Mei-san. Tal… Tal vez ellos son muy amables. Conozco una araña que me cae bien… Digo… esto… Es… —Se rascó la mejilla, más como reflejo que por necesidad. Al final logró dirigir su mirada a Mei. Se notaba tan tranquila y relajada, y Ranko decidió que debía dejarse llevar por las termas. Aspiró profundamente, intentando dejar de tensarse —¿D-dan comezón o cosquillas? ¿Les da calor estar en las termas? ¿Duele cuando entran?
Antes de que pudiese preguntar alguna otra cosa, la puerta que daba al interior se abrió y de ella salió un par de chicas con su abuela. Como si fuese reflejo, Ranko se hundió en el agua hasta la nariz, como si fuese a disolverse. Afortunadamente para ella, el trío de féminas pasó en dirección a otras termas. Desafortunadamente para ella, había un trío de féminas.
"Esto es el fin. Tendré que quedarme en el agua hasta que se vayan. Me convertiré en una pasita hervida."
—¿Piscina? ¿Con chorro? —dijo en voz baja después de resurgir hasta medio cuello, intentando que solamente Mei la escuchara —. No sabía q-que había… Qué había cosas así aquí… P-pensé que eran s-sólo termas… para re-relajarse…
Se le hacía curioso y tal vez divertido. Pero sabía que moriría si tuviese que pasearse hasta aquella piscina frente a las tres mujeres desconocidas.
"N-NO ES QUE ME FIJE MUCHO EN SU CUERPO, POR SUPUESTO" pensó, como si lo hubiese dicho en voz alta o si Mei pudiese leer su mente. Después de un ratito más, habló al fin.
—N-no soy muy fan de los insectos. ¡P-pero están bien! Digo, no conozco los de Mei-san. Tal… Tal vez ellos son muy amables. Conozco una araña que me cae bien… Digo… esto… Es… —Se rascó la mejilla, más como reflejo que por necesidad. Al final logró dirigir su mirada a Mei. Se notaba tan tranquila y relajada, y Ranko decidió que debía dejarse llevar por las termas. Aspiró profundamente, intentando dejar de tensarse —¿D-dan comezón o cosquillas? ¿Les da calor estar en las termas? ¿Duele cuando entran?
Antes de que pudiese preguntar alguna otra cosa, la puerta que daba al interior se abrió y de ella salió un par de chicas con su abuela. Como si fuese reflejo, Ranko se hundió en el agua hasta la nariz, como si fuese a disolverse. Afortunadamente para ella, el trío de féminas pasó en dirección a otras termas. Desafortunadamente para ella, había un trío de féminas.
"Esto es el fin. Tendré que quedarme en el agua hasta que se vayan. Me convertiré en una pasita hervida."
—¿Piscina? ¿Con chorro? —dijo en voz baja después de resurgir hasta medio cuello, intentando que solamente Mei la escuchara —. No sabía q-que había… Qué había cosas así aquí… P-pensé que eran s-sólo termas… para re-relajarse…
Se le hacía curioso y tal vez divertido. Pero sabía que moriría si tuviese que pasearse hasta aquella piscina frente a las tres mujeres desconocidas.
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