29/08/2019, 17:26
—All Right!—Dijo animadamente con su clásica y blanquecina sonrisa del millón de ryō, posando sus dedos en el instrumento. —Vas a tener el privilegio de poder escuchar un tema inédito en primera fila de forma totalmente exclusiva. ¡Primicia de fans dedicados!— Carcajeó estruéndosamente.
Se detuvo por unos segundos, mientras la lumbrera de la luna y su séquito de estrellas desfilaban en la bóveda celeste, dando lumbrera a los dos genin que se hallaban refugiados bajo el amparo de la dama de la noche. Rasgó suavemente las cuerdas, cantando mientras las olas rompían en la costa.
Suave, suave
Revelemos nuestros secretos el uno al otro
Yo atesoraré estas memorias
La vida es una triste pero hermosa experiencia
La brisa marina se desliza entre tus cabellos, diluyendo el color de las lágrimas
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
Yo pensaba enseñarte su azul, pero tuve que tomar un pequeño desvío.
Por eso maldigo en esta noche
Incluso estando conscientes de la gran distancia que nos separa
La luna y el mar son como nosotros
Después de decir esto, la luz de las estrellas parece iluminar tu piel.
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
No quiero olvidar este azul, por eso quiero cerrar mis ojos por un instante
Por eso maldigo al viento
Nosotros sabemos que este es el adiós
Tú estás sonriendo, por eso no puedo llorar
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
Siento que este azul es lo único que podemos compartir
Y por eso me desviaré un poco del camino
Por eso maldigo en esta noche
Revelemos nuestros secretos el uno al otro
Yo atesoraré estas memorias
La vida es una triste pero hermosa experiencia
La brisa marina se desliza entre tus cabellos, diluyendo el color de las lágrimas
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
Yo pensaba enseñarte su azul, pero tuve que tomar un pequeño desvío.
Por eso maldigo en esta noche
Incluso estando conscientes de la gran distancia que nos separa
La luna y el mar son como nosotros
Después de decir esto, la luz de las estrellas parece iluminar tu piel.
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
No quiero olvidar este azul, por eso quiero cerrar mis ojos por un instante
Por eso maldigo al viento
Nosotros sabemos que este es el adiós
Tú estás sonriendo, por eso no puedo llorar
Millones de estrellas caen desde el cielo, reflejándose en el océano
Siento que este azul es lo único que podemos compartir
Y por eso me desviaré un poco del camino
Por eso maldigo en esta noche
El sonido de su voz se perdía más allá de los lindes del mar, al igual que el resonar de la música. Destino o casualidad, lo que empezó como una coincidencia se terminó convirtiendo en una anécdota más, una que perduraría en sus corazones. Compartiendo recuerdos, sus anhelos. El Rey Colmillo de Lobo y la Princesa Conejo, que ante todo lo que alguien podría decir, habían forjado una amistad como pocas veces se han visto. Sus diferencias eran irónicamente, la que armonizaba la melodía de esta historia. ¿Se reencontrarían alguna vez más? Podrían apostar que sí. Así, culminó la historia de una noche casual de verano, más valiosa que una épica aventura, una moraleja la cuál guardarían en sus corazones.