3/09/2019, 10:28
(Última modificación: 3/09/2019, 10:28 por Uchiha Akame.)
Akame asintió a regañadientes; lo que Rōga decía tenía mucho sentido. «Quizá estas dos ninjas se habían citado con otra persona en otro lugar, y al ver que no llegaban, este tercer individuo ha sospechado. Es una posibilidad», caviló el Uchiha. Todavía recostado contra el marco de la puerta de entrada a la destartalada casucha, Akame se inclinó ligeramente para lanzar una rápida visual al terreno. Buscaría —con ayuda de su Sharingan— cualquier figura humanoide que pudiera atisbar entre las sombras; y es que, si bien el muchacho no tenía vista de halcón, contaba con la poderosa herramienta de su línea genética. El Dōjutsu del clan le otorgaba, entre otras muchas habilidades, la capacidad de ver el chakra de los seres vivos como un manto incandescente. Así pues, pese a que se ocultara en la oscuridad —aquella tenue luz ya no brillaba en el camino—, quizás Akame sería capaz de identificar a esa persona que Rōga había visto acercándose a la casa.
De identificarla, el exiliado cambiaría rápidamente su plan.
—Tienes razón, Rōga-san. No creo que vaya a venir... Por eso mismo, voy a salir en su busca. ¿Vienes?
Fuese la respuesta del joven King afirmativa o no, Akame buscaría salir por alguna ventana lateral y luego comenzar un rodeo gracias a su técnica para caminar de forma sigilosa, siempre sin perder de vista al objetivo. Quería situarse a su espalda para tener oportunidad de ejecutar un ataque sorpresa.
El falso Akame desenvainó su arma con rapidez, interponiendo la hoja de acero con un oscuro brillo entre su cabeza y el bastón. Tras un leve forcejeo, el Kage Bunshin trataría de apartarse con un salto hacia atrás, para escapar de la trayectoria del arma que blandía aquella anciana. «Por el momento las otras dos parecen no querer involucrarse, pero si se unen al combate, voy a estar en una jodida desventaja... Tengo que intentar reconducir la situación o me eliminarán rápidamente.»
—¿La otra vez? ¡Anciana! ¿No se da cuenta? —cuestionó el Uchiha—. Mientras nosotros peleamos, hay un tercero interesado en raptar a Okawa. Y a juzgar por sus actos previos, es mucho menos compasivo que yo. ¿No deberíamos centrarnos primero en localizar a este enemigo en común? Podemos arreglar nuestras diferencias más tarde.
«Y, por algún motivo, presiento que esa niñata realfooder tiene algo que ver con el intento de secuestro...»
Okawa estaba empezando a perder los nervios. «Bueno, mucho ha aguantado. Es una niña al fin y al cabo», se dijo el Kage Bunshin.
—Tranquila, Okawa. No nos vamos a quedar aquí toda la noche, sólo hasta que Akame y Rōga neutralicen a la gente que te anda persiguiendo. Mi camarada de las sombras está entreteniendo a la Gran Vieja, así que por ella no te preocupes. Ahora lo que debemos hacer es quedarnos aquí, ocultos, y no hacer ruido.
De identificarla, el exiliado cambiaría rápidamente su plan.
—Tienes razón, Rōga-san. No creo que vaya a venir... Por eso mismo, voy a salir en su busca. ¿Vienes?
Fuese la respuesta del joven King afirmativa o no, Akame buscaría salir por alguna ventana lateral y luego comenzar un rodeo gracias a su técnica para caminar de forma sigilosa, siempre sin perder de vista al objetivo. Quería situarse a su espalda para tener oportunidad de ejecutar un ataque sorpresa.
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El falso Akame desenvainó su arma con rapidez, interponiendo la hoja de acero con un oscuro brillo entre su cabeza y el bastón. Tras un leve forcejeo, el Kage Bunshin trataría de apartarse con un salto hacia atrás, para escapar de la trayectoria del arma que blandía aquella anciana. «Por el momento las otras dos parecen no querer involucrarse, pero si se unen al combate, voy a estar en una jodida desventaja... Tengo que intentar reconducir la situación o me eliminarán rápidamente.»
—¿La otra vez? ¡Anciana! ¿No se da cuenta? —cuestionó el Uchiha—. Mientras nosotros peleamos, hay un tercero interesado en raptar a Okawa. Y a juzgar por sus actos previos, es mucho menos compasivo que yo. ¿No deberíamos centrarnos primero en localizar a este enemigo en común? Podemos arreglar nuestras diferencias más tarde.
«Y, por algún motivo, presiento que esa niñata realfooder tiene algo que ver con el intento de secuestro...»
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Okawa estaba empezando a perder los nervios. «Bueno, mucho ha aguantado. Es una niña al fin y al cabo», se dijo el Kage Bunshin.
—Tranquila, Okawa. No nos vamos a quedar aquí toda la noche, sólo hasta que Akame y Rōga neutralicen a la gente que te anda persiguiendo. Mi camarada de las sombras está entreteniendo a la Gran Vieja, así que por ella no te preocupes. Ahora lo que debemos hacer es quedarnos aquí, ocultos, y no hacer ruido.