18/09/2019, 21:11
Kenzou asintió, complacido.
—Buen viaje, Daigo-kun —Justo cuando Daigo estaba a punto de irse, recordó algo—. Ah, ¡y a tu vuelta tendremos combatillo, ¿eh?! Que no se me olvide. —Le guiñó un ojo, sonriente.
Y en cuanto Daigo se fue, volvió a la pila de papeles que tenía encima de la mesa. ¿Qué misión le tocaba repartir ahora? ¿De qué más tenía que preocuparse? Ah, empezaba a arrepentirse de no haberse probado con su genin aquel mismo día. No le hubiese venido mal estirar un poco los músculos, no.
—Buen viaje, Daigo-kun —Justo cuando Daigo estaba a punto de irse, recordó algo—. Ah, ¡y a tu vuelta tendremos combatillo, ¿eh?! Que no se me olvide. —Le guiñó un ojo, sonriente.
Y en cuanto Daigo se fue, volvió a la pila de papeles que tenía encima de la mesa. ¿Qué misión le tocaba repartir ahora? ¿De qué más tenía que preocuparse? Ah, empezaba a arrepentirse de no haberse probado con su genin aquel mismo día. No le hubiese venido mal estirar un poco los músculos, no.