24/09/2019, 20:13
Segundos. De esos que se volvían eternos por culpa de la incertidumbre y el desconocimiento. ¿Qué intenciones tenía aquella fémina? ¿Qué era en realidad Enma Kyōko? Los misterios detrás de la montaña Murasame eran más de los que podían aparentar. Quizá el error que cometieron fue ignorar sus secretos, ¿pero era el momento de revelarlos ahora? Pero la pregunta en verdad era, ¿Akame iba a beber de esa copa desconocida? Un vino que invitaba a una odisea aún más grande.
Mucho más tarde de lo que a él le hubiese gustado pero mucho antes de lo que de verdad avanzó, llegó finalmente al punto donde su clon había solicitado la ayuda.
Sin embargo, ahí ya no había rastro de la extraña muñeca viviente ni de la doncella de los cabellos azabache.
Un lamento casi inaudible le recibiría, proveniente del joven Kiyoshi que sollozaba de cara al suelo mientras se jalaba los pelos de la cabeza casi al punto de arrancarlos.
Mucho más tarde de lo que a él le hubiese gustado pero mucho antes de lo que de verdad avanzó, llegó finalmente al punto donde su clon había solicitado la ayuda.
Sin embargo, ahí ya no había rastro de la extraña muñeca viviente ni de la doncella de los cabellos azabache.
Un lamento casi inaudible le recibiría, proveniente del joven Kiyoshi que sollozaba de cara al suelo mientras se jalaba los pelos de la cabeza casi al punto de arrancarlos.