25/09/2019, 00:49
Daigo suspiró. Parecía que todo se había relajado, aunque no podía cambiar la situación del tabernero.
«No puedo hacer nada por él... ¡Qué rabia!»
El chico rebuscó en su portaobjetos un total de veintiséis ryos para pagar al tabernero.
—Estoy seguro de que saldrá de esta. —le dijo mientras pagaba.
Se levantó, bebiendo lo que quedaba directamente de su lata antes de despedirse y marcharse.
—Adiós, mucha suerte.
Ahora que sabía qué camino debía tomar, no tenía ninguna excusa para no ponerse manos a la obra.
«No puedo hacer nada por él... ¡Qué rabia!»
El chico rebuscó en su portaobjetos un total de veintiséis ryos para pagar al tabernero.
—Estoy seguro de que saldrá de esta. —le dijo mientras pagaba.
Se levantó, bebiendo lo que quedaba directamente de su lata antes de despedirse y marcharse.
—Adiós, mucha suerte.
Ahora que sabía qué camino debía tomar, no tenía ninguna excusa para no ponerse manos a la obra.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.