25/09/2019, 15:59
(Última modificación: 25/09/2019, 19:23 por Taka Kisame. Editado 2 veces en total.)
Las emociones se cruzaban en su cabeza y nublaban su juicio. Intentaba tranquilizarse, pero la situación le superaba, seguramente le habían tocado la fibra más sensible de todas ellas. Ni aunque hubieran cogido a su padre estaría tan nervioso, aquel viejo gruñón seguro que podría apañárselas. Entre tanto, escuchó unos pasos a su derecha, parecía que alguien le había escuchado, y era normal, jamás antes había gritado así o se había preocupado tanto.
Cuando volvió la vista, limpiándose las pocas lágrimas que se le habían caído, recorriendo sus escuálidas mejillas. Le miró con atención unos segundos antes de decir nada. Era un joven de aspecto, a primera vista, jovial. Ropajes un tanto peculiares, no quiso fijarse demasiado. Aquel no era el momento...
-Se han llevado a mi madrina... -Comentó con tono amargo mirando el suelo empapado -Se nota que intentó defenderse, pero ya no tiene edad para esto... -Comentó apretando los ojos para evitar más lágrimas -Tengo que encontrarla... Como sea -Comentó, mirándole a los ojos ahora -Gracias por venir... Me llamo Taka Kisame
Se acercó a al cuarto donde había un agujero, abrió un cajón en un pequeño armario y sacó una bolsa de medicinas, que guardó en su portaobjetos. No sabía muy bien que hacer. Aunque había sido entrenado como ninja rastreador, estaba totalmente bloqueado, solo apretaba las medicinas con su mano derecha, mientras miraba al infinito, quién sabe donde, quizás allí sentía su presencia.